Ni Soto del Real ni Estremera: esta es la cárcel más masificada de España
Alberga más presos de los que las instalaciones permiten.
En la actualidad, las cárceles se enfrentan a retos que ponen en entredicho su capacidad para cumplir con los propósitos bajo los que fueron creadas. La masificación, la escasez de recursos y las tensiones internas son problemas recurrentes en el sistema penitenciario, donde las condiciones de vida de los cautivos y el bienestar de los trabajadores suelen quedar relegados. Por ello se necesitan soluciones urgentes que ayuden a acabar con esta problemática.
En esta línea, la mayor parte de los centros penitenciarios de la Comunidad Valenciana se encuentran por encima de su capacidad. Concretamente, la prisión de Picassent continúa liderando la lista de cárceles más masificadas de España, con una ocupación que supera los límites establecidos. La capacidad del lugar es de 1.500 presos y, en la actualidad, son más de 2.000 los que se encuentran internos.
Esto implica que muchos de estos reclusos comparten celda cuando no deberían hacerlo, ya que la cárcel tiene una sobreocupación de al menos un 35%, por lo que las instalaciones ahora resultan escasas. Esto también lleva al agotamiento de “una plantilla mermada que tiene que atender a cada vez más presos”, según indica un comunicado emitido por la propia prisión. Por eso, se reclaman unas medidas urgentes que busquen paliar las consecuencias negativas de esta situación.
Un grave problema
La cárcel de Picassent se inauguró en 1991 y se consolida como el mayor complejo penitenciario en España, ya que engloba tres centros: dos prisiones y un CIS. Se trata de una de las primeras macrocárceles que se construyeron a nivel nacional, aunque también ha ganado cierta fama de ser el centro con mayor número de incidencias, además de haber sufrido motines y encierros.
Actualmente, la situación en Picassent no solo genera preocupación por las condiciones de los internos, sino también por las del personal penitenciario. Sindicatos de funcionarios de prisiones como Acaip denuncian que el número de trabajadores es insuficiente para manejar la creciente población reclusa. Además, en los últimos días la plantilla se ha reducido en un 15% al no cubrirse las bajas, algo que está agravando la situación cada vez más.
La masificación carcelaria refleja una problemática estructural en el sistema penitenciario español. Desde la administración autonómica y estatal se han hecho llamamientos para abordar esta crisis, planteándose medidas como la necesidad de ampliar el personal y mejorar las infraestructuras. Sin embargo, hasta el momento no se ha hecho oficial ninguna decisión concreta para aliviar esta situación.