Ni en Galicia ni en Madrid: esta es la ciudad española emblemática donde Amancio Ortega hizo la mili
Empezó en 1957 y todavía sigue sintiendo un vínculo especial con esta tierra.
Amancio Ortega es conocido por ser uno de los gigantes de la moda a nivel global. Su imperio, liderado por Zara y el Grupo Inditex, ha revolucionado la industria textil. Pero detrás de su éxito empresarial hay un largo recorrido realizado.
Entre 1957 y 1958 el empresario leonés, criado en Galicia, se trasladó a un pequeño pero emblemático municipio aragonés para cumplir su servicio militar obligatorio, una experiencia que marcó profundamente su relación con la región.
Se trata de Barbastro, en la provincia de Huesca. Allí sirvió en el cuartel General Ricardos de Barbastro, en el Batallón de Cazadores Motorizado Barbastro número XVI. Desempeñó labores de escribiente, compartió momentos de camaradería y fútbol con sus compañeros, mostrando una faceta sencilla y cercana que sus allegados recuerdan con cariño.
El vínculo sigue
La relación de Ortega con Aragón no se limita a la mili, de hecho el vínculo con la ciudad ha perdurado a lo largo de los años. Ortega ha realizado importantes donaciones en la región, como la inversión de más de 240 millones de euros en parques eólicos en Zaragoza o la construcción de la mayor plataforma logística de Zara en la misma provincia.
También destaca su generosa donación de 10 millones de euros para la adquisición de equipos oncológicos en Aragón, que incluyó 48 aparatos distribuidos en varios hospitales, entre ellos el de Barbastro, una muestra de su gratitud hacia la ciudad que lo vio vestido de uniforme.
La tierra que lo acogió
Barbastro, por su parte, es un lugar que, además de su conexión con Ortega, destaca por su belleza natural y su historia. Situada al pie de los Pirineos, sus campos de viñedos y su casco antiguo, dominado por la majestuosa Catedral de Santa María, la convierten en una joya por descubrir. Su rica gastronomía y su reconocida producción de vino con Denominación de Origen Somontano la hacen también un destino irresistible para los amantes del buen comer y el buen beber.
El legado de Amancio Ortega no solo se refleja en la moda global, sino también en los lazos que ha forjado con aquellos lugares que, como Barbastro, formaron parte de su historia personal y profesional. Un vínculo que va más allá de los negocios y que sigue fortaleciendo su conexión con esta tierra aragonesa.