Ni la fertilización ni la frecuencia: esta es la clave para podar un olivo para que dé aceite de excelente calidad

Ni la fertilización ni la frecuencia: esta es la clave para podar un olivo para que dé aceite de excelente calidad

Es fundamental utilizar las herramientas adecuadas según la etapa de desarrollo del olivo.

Olivas negras de un olivoGetty Images

La poda del olivo es fundamental para asegurar la buena salud del árbol y garantizar la producción de un aceite de oliva de excelente calidad. Este proceso, que debe llevarse a cabo con precisión y experiencia, involucra diversos factores, como elegir el mejor momento para la poda.

En este sentido, lo más conveniente es podar el olivo justo tras la recolección de sus frutos, en la fase de "parada vegetativa". Sin embargo, este periodo puede variar en función de las circunstancias.

Si las aceitunas se cosechan para mesa, la poda se suele realizar entre noviembre y diciembre, ajustándose a las condiciones climáticas y evitando las heladas. Por otro lado, si el objetivo es producir aceite de oliva, la poda se pospone a los meses de febrero, marzo o abril, dependiendo de las condiciones ambientales de cada zona. Es importante evitar podar si existe riesgo de heladas. En regiones frías, abril suele ser más adecuado, mientras que en climas más cálidos, puede adelantarse a febrero.

La influencia de la edad del olivo en la poda

El proceso de poda varía en función de la edad del árbol, ya que la biología del olivo evoluciona con el tiempo. En los olivos jóvenes, la poda busca consolidar la estructura del árbol. Este tipo de poda, conocida como "poda de formación", debe ser ligera para evitar dañar el árbol en sus primeras etapas. El objetivo es prevenir el crecimiento de brotes secundarios que puedan restar fuerza a los brotes principales, esenciales para la producción de aceitunas.

A medida que el olivo madura, se aplica la "poda de producción", cuyo fin es prolongar la vida útil del árbol. En este tipo de poda, se eliminan ramas de más de tres o cuatro años para fomentar el desarrollo de las más jóvenes, mejorando así la circulación de la savia.

Cuando el olivo ha alcanzado una edad avanzada, se incrementa la frecuencia con la que se eliminan las ramas improductivas, ya que su número aumenta con el paso de los años. Este tipo de intervención se denomina "poda de regeneración" y tiene como objetivo mejorar la fertilidad del olivo.

En algunos casos, se pueden cortar varias ramas en la misma sesión de poda, aunque lo más habitual es cortar una y esperar a que se regenere antes de continuar con otra.

La clave para podar olivos

Una de las dudas más frecuentes es cómo realizar la poda de manera adecuada. La frecuencia e intensidad de la poda dependen del estado particular de cada olivo, aunque no es recomendable dejar pasar más de dos o tres años sin intervenir. Si se poda en exceso, el árbol podría reducir su productividad.

El tipo de poda también varía según el sistema de recolección y el momento en que se realiza. Además, es fundamental utilizar las herramientas adecuadas según la etapa de desarrollo del olivo.

  • En olivos jóvenes con ramas de menos de 5 cm de grosor, lo ideal es usar tijeras de poda o serruchos.
  • Para olivos más grandes, es recomendable utilizar motosierras, que permiten cortes más limpios en ramas más gruesas.

Otro aspecto clave es el tipo de corte:

  • Corte ciego: Este tipo de corte es el más común y consiste en cortar la rama por completo, dirigiendo la savia hacia la rama contigua. Se realiza cuando se decide "sacrificar" una rama.
  • Corte de arroje: Aquí, el objetivo es reemplazar una rama vieja por otra nueva. Se deja un pequeño tocón para que la savia siga llegando y así permitir la regeneración de la rama.
  • Corte de rebaje: Este corte se emplea para reducir la altura de una rama, aunque no necesariamente por razones de renovación.

En cualquier caso, es esencial que los cortes sean limpios para evitar desgarros, ya que estos podrían afectar tanto a la calidad de las aceitunas como del aceite de oliva.