Ni Asturias ni Galicia: esta comunidad autónoma sorprende al tener sus embalses a punto de abrir compuertas
En Navarra, las reservas de agua se mantienen al 74% de su capacidad total, una cifra muy por encima de otras regiones, como Andalucía o Murcia.
Con las lluvias torrenciales de este otoño, España celebra un aumento en las reservas de agua. Uno de sus embalses está a punto de abrir sus compuertas, y no se encuentra ni en Galicia ni en Asturias. El pantano de Yesa, en la Comunidad Foral de Navarra, se encuentra casi al 90% de su capacidad.
De acuerdo a los datos publicados por Embalses.net, el portal web que recoge periódicamente la situación de los embalses españoles, Yesa mantiene una capacidad de 391,54 hectómetros cúbicos, de un máximo de 447. Justo hace un año, el embalse se encontraba 3 puntos por debajo de la situación actual.
El pantano de Yesa está ubicado a escasos 50 kilómetros de Pamplona. Se construyó en 1959 sobre el río Aragón, uno de los principales afluentes del río Ebro. En Navarra, el agua embalsada asciende al 74,4% en su totalidad. Una cifra muy distinta a la de comunidades como Andalucía o la Región de Murcia, que mantienen sus embalses por debajo del 35%.
Fue este martes, cuando la nueva ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, defendió en el Senado que el recrecimiento del embalse es "seguro" y "fundamental" de cara a las lluvias extremas. "Este aumento hidrográfico se ha planteado bajo los mayores estándares de seguridad y su aliviadero cumple con las normas técnicas".
De hecho, la también vicepresidenta tercera del Gobierno defendió que este pantano es "una infraestructura fundamental para reducir los daños cuando hay inundaciones". Explicó que el año pasado se hicieron las actuaciones de seguridad necesarias.
Por su parte, la Asociación Río Aragón ha contrariado la versión del Ministerio por los problemas de seguridad relacionados con el crecimiento del embalse. En declaraciones obtenidas por el diario Heraldo de Aragón, asumen que "ante fenómenos como la DANA", "no hace, sino aumentar, el potencial de peligrosidad de forma exponencial".
El colectivo advirtió que "unas precipitaciones similares a las que se han producido en Valencia provocarían en Yesa, con unos aliviaderos de capacidad limitada que solo podrían desalojar hasta 1.495 metros cúbicos por segundo, como máximo, una auténtica bomba".