Ni una abreviatura del indio ni una marca de galletas de EEUU: desvela el verdadero origen de la palabra 'OK'
La usamos a diario.
‘Okk’, ‘okks' u ‘okis’. Son varias las variaciones que presenta ‘OK’, una palabra que escribimos prácticamente a diario en los grupos o conversaciones de WhatsApp, en los chats del trabajo o lo verbalizamos para dar nuestro consentimiento o el sí a realizar una determinada acción. Si bien entre la generación millennial y la ‘z’, el término ‘OK’ seguido de un punto como respuesta puede interpretarse como una respuesta borde o una muestra de cabreo, mientras otras formas como ‘okey’ sí que denotan simpatía y positividad en la persona que lo formula.
Lo que es probable que algunos no sepan es el origen de este término. Algunas voces afirman que la ‘OK’ proviene del indio, concretamente de la palabra ‘Okeh’, mientras que otros abogan porque es una abreviatura de la marca de galletas estadounidense ‘Orrin Kendall’.
No obstante, fue en la década de 1960 cuando el lingüista Allen Walker Real rastreó los orígenes de la palabra ‘OK’ hasta 1839 plasmando los resultados de su investigación en un estudio titulado "La primera etapa en la historia del ‘OK’" (1963). De acuerdo a Walker tal y como recoge CNBC, fue el 23 de marzo de 1839 cuando el periódico estadounidense Boston Post fue el primero en escribir la palabra ‘Ok’ en un titular.
El artífice fue el editor Charles Gordon Greene, el cual fue responsable de la popularización de un término que ha traspasado todas las fronteras del mundo como abreviatura de “todo correcto”. Walker afirmó que esta rápida extensión se debe a que ‘Ok’ es fácil de decir y muy breve. A esto se suma su versatilidad en inglés a la vez que es posible que indique una confirmación tanto positiva como negativa.
De acuerdo a la Real Academia Española (RAE), en español se puede usar “OK” (en mayúsculas) o “ las adaptaciones «okey» y «oká» (normales en Hispanoamérica). Aun así, el español dispone de alternativas como «bueno», «de acuerdo» o «vale», cuyo uso es preferible”.