Multa récord de 21 millones de euros por llevar bonos de un estado extinto cuyo valor ascendía a más de 70 millones de euros
"¿Lleva consigo dinero en efectivo o valores que superan los 10.000 euros? Porque en este caso hay que declararlos…". Quién le iba a decir a este señor lo que se le complicaría el día tras esa frase.
Increíble historia la sucedida en lo que iba a ser un viaje en tren entre la ciudad suiza de Zúrich y la italiana de Milán. Ocurrió en 2017 en el trayecto que realizaba el EC17 tras formularse la clásica pregunta en Aduanas y Hacienda, una cuestión de esas de trámite, de las que nadie podía imaginarse que derivaría en la que podría ser la multa más elevada de la historia impuesta a una persona física en dicho país: "¿Lleva consigo dinero en efectivo o valores que superan los 10.000 euros? Porque en este caso hay que declararlos…".
El individuo en cuestión respondió que no, pero sí portaba algo que entraba en ese listado de cosas que se deben declarar, a pesar de todas las características que entran en juego en este conflicto legal y tributario. Concretamente, en su equipaje se encontraba "un bono emitido por el Reino de Rumanía en 1929, que vencía el 1 de febrero de 1959, con 32 cupones semestrales incluidos".
¿Reino de Rumanía? ¿Cupones semestrales? Sí, es un lío, que retrata el diario italiano Il Corriere della Sera en una información en la que recuerda que ese bono de dicho Estado monárquico extinto tenía un valor nominal de 100 euros en la antigua moneda. Solo que en la actualidad, esa cantidad asciende a cerca de 70 millones de euros. Sí, supera un poquito esa barrera de 10.000 euros por la que le preguntaron las autoridades aduaneras.
¿Cómo es posible que el bono de 1929 valga hoy 70 millones?
Para responder a esta pregunta, primero hay que remontase a los orígenes de la Rumanía moderna, como Estado europeo, tras la abdicación de quien fue su último monarca. En 1881 se constituyó una monarquía -constitucional- que desapareció cuando en 1947 falleció... Miguel I -estabas esperando a ver escrito Drácula en algún sitio, ¿verdad? Pues no sabes nada de Rumanía-.
Eran tiempos de construir la Guerra Fría, levantar el telón de acero y que el este de Europa estuviese dominada por repúblicas comunistas. Y en el caso de Bucarest también subió al poder el Partido Comunista de Rumanía. Lógicamente, era un período convulso en lo económico y el nuevo Ejecutivo apostó por la emisión de estos bonos. ¿Condiciones? Nada mal para la época, a 30 años, con un rendimiento del 7% y garantías en oro.
Lógicamente hoy son meros papeles sin mayor valor que el que le otorgan los coleccionistas. Pueden ser adquiridos por unos cientos de euros, según el caso de conservación y otros factores que entran en juego. Pero el de esta historia tenía un 'problema', en realidad, un problema para su portador, porque el bono está acompañado de un "un informe de tasación de autenticidad" con fecha de mayo de 2017 y un informe de valoración de junio de 2017.
Su equipaje de mano: 9 smartphones y casi 70 millones de euros
Ese documento "establecía el valor actual de la acción en 79.585.625 dólares estadounidenses, por un valor" de los casi 70 millones de euros. Y también contaba con el contrato de compra de dicho bono, fechado en el 14 de junio de 2017, que se complementaba con la apertura de una cuenta corriente en el Banco Raiffeisen de Locarno. Todos eran auténticos, como posteriormente se resolvió tras meter a jueces de por medio con comisiones rogatorias internacionales.
También se supo que el hombre venía de cerrar otro negocio en Zúrich y además de ese bono del que se defendió asegurando que solo valía 100 euros también llevaba siete iPhones y otros dos smartphones Samsung. Un equipaje de mano que, en realidad, rondaba la friolera de 70 millones de euros.