Más impuestos al tabaco tradicional, seguir el ejemplo sueco y escuchar a la ciencia: las claves para el Dr. Fernández Bueno en la reducción del tabaquismo en España
El cirujano oncológico y portavoz de la Plataforma para la reducción del daño por tabaquismo dio algunas claves en la VIII Cumbre sobre la reducción del daño del tabaco acerca de cómo se debería enfocar la lucha contra los cigarrillos tradicionales, en un contexto marcado por el nuevo plan antitabaco impulsado por el Ministerio de Sanidad.
En los últimos días, se ha celebrado VII Cumbre sobre la reducción del daño del tabaco, en un evento en el que 30 especialistas internacionales en la materia analizaron cómo se encuentra actualmente la regulación en ciertos países, si se están aplicando las medidas oportunas para conseguir reducir el impacto del tabaco en la salud pública, y por último, cómo arrojar algo de luz proponiendo algunas soluciones sobre cómo sentar las bases para dar un vuelco a la situación actual.
En dicha cumbre, que tuvo su 'sede virtual' en Atenas, participó el reputado cirujano oncológico español Fernando Fernández Bueno, portavoz de la Plataforma para la reducción del daño por tabaquismo (prdtabaquismo.org), con la que trata de concienciar e impulsar las alternativas al cigarrillo tradicional, como pueden ser el cigarrillo electrónico o el tabaco calentado.
Durante su ponencia "Prohibición o Regulación: ¿Dónde está la frontera de la Salud Pública?", el doctor abordó uno de los temas más espinosos actualmente: la fina -y complicada- línea que separa la prohibición de la regulación y cómo se puede tratar, desde los organismos estatales, esta compleja y delicada problemática contra la que, durante los últimos años, numerosos países están luchando.
En este sentido, Fernández Bueno arrancó su explicación destacando el nuevo plan antitabaco impulsado por el Ministerio de Sanidad español y que fue sometido este verano a consulta pública por parte del ministerio.
De acuerdo con lo explicado por la ministra Mónica García, dicho plan incluye medidas como el aumento de espacios libres de humo en zonas de la vía pública, pero que, a ojos de algunos especialistas -como en el caso de Fernández Bueno-, obvia algunos aspectos muy importantes y que deberían ser prioritarios.
En primer lugar, el doctor destacó que "España ha perdido el liderazgo en la lucha contra el tabaquismo que tanto le caracterizaba hace 20 años con la aprobación de la ambiciosa ley antitabaco", aunque cree que Sanidad cuenta ahora con las herramientas y el impulso necesario para volver a "posicionar a España como un país de referencia en esta lucha".
"Una guerra contra el tabaco, no contra la nicotina"
Y esto, desde su óptica, debe conseguirse partiendo de tres pilares fundamentales como son la ciencia, los fructíferos ejemplos internacionales y el fortalecimiento de las políticas de prevención en las estrategias de reducción del daño, y destacó que esto se trata de "una guerra contra el tabaco, no contra la nicotina", ya que apunta que el verdadero problema es el humo, no la nicotina.
Por todo ello, el doctor calificó el desarrollo de la nueva normativa impulsada por el Ministerio, como "una buena oportunidad para incorporar propuestas que den soluciones realistas a los fumadores e incorporar las medidas que ya se han implantado en Suecia o Reino Unido de forma alentadora".
Así, el doctor expuso varias medidas que podrían ser útiles para Sanidad, y con las que considera que el plan antitabaco podría contar con un nuevo enfoque, más completo y sobre todo, efectivo:
- 1. Más impuestos a los cigarrillos de combustión: La primera de ellas radicaría en el incremento de los impuestos a los cigarrillos de combustión, y que fomentaría y daría impulso a otras alternativas alejadas de los efectos tan perjudiciales del tabaco tradicional, que supone la muerte de casi 63.000 personas al año en España, de acuerdo con los datos de la Sociedad Española de Epidemiología.
- Ante este escenario, el experto apuesta por esta medida como un gran aliado, principalmente, a la hora de disuadir a los más jóvenes ante los efectos negativos de estos cigarrillos, y le otorga prioridad al incremento impositivo en uno de los mayores productos consumidos por estos, como es el tabaco de liar que, junto con los cigarrillos, supone el 95% del consumo total de tabaco en España, definidas por el doctor como “la forma más tóxica de consumir nicotina”.
- 2. Mayor protección a los menores: En segundo lugar, el doctor también considera especialmente importante aumentar los espacios libres de humo en zonas frecuentadas mayormente por menores y jóvenes, algo que implicaría "el control en las ventas y envíos de cualquier producto de nicotina" a este grupo poblacional, algo que ya se está prohibido de acuerdo a la legislación española actual.
- 3. Expandir las áreas libres de humo de los cigarrillos de combustión: En esta misma línea iría la siguiente medida, que ya se incluye en el nuevo plan antitabaco de Sanidad, y que buscaría limitar el consumo de tabaco de combustión en lugares públicos como terrazas, estadios o coches, entre otros.
- 4. Empaquetado genérico para los cigarrillos de combustión: Por otro lado, y teniendo en cuenta de que se trata de un asunto amplio y transversal, el doctor también apunta a los paquetes de tabaco como tal. En este sentido, una de los propuestas de Fernández Bueno sería la de eliminar las marcas de tabaco de todos los paquetes, siendo esta una medida que ya se he implementado en varios países de nuestro entorno como en el caso de Reino Unido.
- 5. Soluciones realistas para los fumadores: Esta quizá sea una de las medidas que mayor impacto puede tener en la población, y pasaría, según el doctor, por que sea el Estado el que dote a los fumadores y potenciales fumadores, de los recursos y soluciones que están científicamente comprobadas como efectivas a la hora de reducir la alta tasa de fumadores en nuestro país.
- Tal y como apunto en su ponencia, Fernández Bueno considera que si, tras dos décadas las políticas antitabaco llevadas a cabo no han tenido los efectos deseados -según la OMS es la principal causa de muerte prevenible a nivel mundial-, sería un acierto fundamentar todas las medidas en base a los datos y evidencias científicas, "huyendo de juicios de valor sin base sólida o ideas preconcebidas".
- Y señala que en nuestro país hay actualmente 4 millones y medio de españoles que, o bien están intentando dejar de fumar, o lo han intentado en numerosas ocasiones sin éxito, debido a que los métodos tradicionales -algunos obsoletos- no les han funcionado.
- 6. La ciencia como base y eje: Continuando con la ciencia como prioridad, el doctor insiste en que actualmente existen numerosas fórmulas para dejar el tabaco como pueden ser los cigarrillos electrónicos, las bolsas de nicotina, snus o el tabaco calentado, que se ha demostrado que son efectivos y útiles para que millones de personas se alejen de este hábito.
- 7. Aprender de la experiencia internacional: Sin duda, para el doctor el camino a seguir lo han marcado países que ya han alejado a su población del tabaco de forma significativa, como ha ocurrido en Nueva Zelanda, Suecia o Reino Unido, que han combinado regulaciones estrictas contra el cigarrillo de combustión junto a estrategias de reducción del daño para fumadores adultos.
- En este sentido, los datos hablan por sí solos, y en Suecia, la tasa de fumadores diarios se ha reducido hasta un 5,6%, lo que ha supuesto que en el país nórdico, se haya reducido la incidencia de cáncer en un 41% en comparación con el resto de países europeos.
- De hecho, y según datos oficiales, entre 2013 y 2022, las tasas de tabaquismo se se han reducido en Suecia en un 50%, en Reino Unido en un 27%, y en Nueva Zelanda un 48%.
- 8. Formación específica para los profesionales sanitarios: Y por último, se encontraría uno de los factores primordiales para el doctor, como es la correcta formación y el acceso al conocimiento por parte de la comunidad médica acerca de los productos alternativos al cigarrillo tradicional.
- En este sentido, apela nuevamente a la evidencia científica y al impulso de programas de formación enfocados principalmente a los especialistas, tanto en centros públicos como privados, y dotarles de las herramientas necesarias para que sean capaces de trasladar dicha información a la población.