Marruecos pide a España la devolución de su palacio en País Vasco
El edificio, construido en 1488 y situado en el casco histórico de Vitoria, fue cedido a Tánger cuando formaba parte del protectorado español.
Esta es una historia con Historia. La de un palacio marroquí en pleno corazón de Vitoria (sí, de Vitoria) que ha ido cambiando de guardeses a lo largo de los años y que, ahora, podría volver a manos del país vecino.
Marruecos parece dispuesto a hacerse cargo de un antiguo palacio señorial en el casco antiguo de la capital vasca, que pertenece, en realidad, a la ciudad de Tánger, cuando formaba parte del protectorado español.
Según explican medios como el diario La Razón, el jefe del Consejo Comunitario de la citada ciudad marroquí, Mounir Limuri, ha viajado a Euskadi para firmar un acuerdo de colaboración y cooperación entre Vitoria y Tánger, así como para buscar fórmulas prácticas para resolver el problema del Palacio de Alaba Equibel, que estuvo visitando.
Limuri se entrevistó con la alcaldesa de Vitoria, la socialista Maider Etxebarria, y durante este encuentro se firmó un convenio de colaboración entre la Comunidad de Tánger y el Ayuntamiento de Vitoria en diversos ámbitos, como sostenibilidad, economía, turismo y cultura. También se acordó crear una célula de trabajo para buscar soluciones al problema del palacio.
Posteriormente, visitó el edificio, el palacio Álava-Esquivel, situado en la calle Herrería del Casco Viejo de Vitoria, para comprobar su estado actual, "en un acercamiento que confirma el gran interés por este monumento de valor histórico, cultural y soberano, siendo la única propiedad de grupos marroquíes fuera de su territorio", subraya la información.
El palacio fue construido en 1488 y atesora muchos detalles curiosos. Por ejemplo, alberga un reloj capturado a un barco inglés en 1782. El problema es que está muy deteriorado y ha pasado por muchas manos. El último de sus dueños fue el duque de Tovar, Ignacio de Figueroa y Melgar, quien, al morir en 1953 sin descendencia, legó su legado al Instituto Americano del Cáncer y, en caso de renuncia, a la ciudad de Tánger.
En aquella época, la ciudad era española, parte del llamado protectorado español. Al final, el duque de Tovar cedió todas sus posesiones al protectorado en 1953 y de ahí la titularidad real del palacio. Tánger, a día de hoy, no ha abonado a Vitoria la cuantiosa deuda que tiene con el Ayuntamiento por su cuidado. Hasta nueve multas se le han impuesto.
"El edificio en el que residen vecinos precisa una rehabilitación urgente y hasta ahora, durante años, la ciudad marroquí ha hecho caso omiso a los continuos requerimientos del Ayuntamiento para que arregle el inmueble", detalla, por su parte, el diario Noticias de Álava.
Como primer paso, las dos partes han decidido crear un grupo de trabajo integrado por personal técnico de Gasteiz y Tánger, y revisar lo que se puede hacer con el edificio. Así cuaja un primer movimiento concreto, después de que en enero se desbloquease el diálogo entre las partes. El citado medio sostiene que se ha solicitado la redacción de un informe "sobre las patologías que presenta el edificio del siglo XVI, las obras de rehabilitación necesarias y el importe de la deuda, que asciende a 421.490 euros".
El mal estado de conservación de Álava-Esquível llevó al Consistorio a iniciar un proceso de imposición de multas coercitivas con las que emplazaba a la municipalidad de Tánger a acometer la reforma del edificio ante el peligro que su deterioro entraña para la integridad y seguridad del vecindario. Hasta se planteó la posibilidad de una expropiación, pero al final parece que no será necesaria.