Mario Picazo alerta sobre la llegada de nuevos huracanes: hay una razón detrás
El experto atribuye parte de la responsabilidad al cambio climático.
Los agresivos huracanes Helene y Milton han causado graves daños en Estados Unidos debido a que se habían fortalecido "significativamente debido al cambio climático provocado por la actividad humana", explica en El Tiempo el meteorólogo Mario Picazo.
Y parece que "esto no ha terminado", según advierten los expertos. "Apenas comenzamos a experimentar la actividad prevista", apunta Picazo. Detalla que la actividad de huracanes es mayor desde mediados de agosto hasta finales de septiembre, concluyendo oficialmente el 30 de noviembre.
Este año, señala Picazo, la temporada ha empezado más tarde pero está siendo más intensa: "Lo que se está formando en las cálidas aguas del Atlántico está siendo bastante intenso. La rápida intensificación de estos huracanes es cada vez más habitual". Así, aunque todavía no se han alcanzo las previsiones de una muy elevada actividad, "es bastante probable que nos acerquemos a los valores previstos".
"De momento, se han formado 13 ciclones tropicales con nombre, 9 de ellos han alcanzado la categoría de huracán y 4 han sido intensos, categoría 3 o superior", precisa. En total, NOAA calcula que se formarán entre 17 y 25 ciclones con nombre, de los que entre 8 y 13 obtendrán la categoría de huracán y entre 4 y 7 podrían ser intensos.
Principales causas de este fenómeno
Mario Picazo comenta los cambios previstos en la circulación atmosférica global se han materializado con la consolidación de La Niña, un fenómeno caracterizado por variaciones negativas. "La Niña tiende a amplificar la temporada de huracanes en el Atlántico, sobre todo, reduciendo la cizalladura vertical del viento, lo que facilita el crecimiento de las grandes nubes de desarrollo vertical que forman los huracanes", apunta el meteorólogo.
Así, Picazo espera que el pronóstico para la temporada de huracanes de este año "sea récord en cuanto a número e intensidad" debido a La Niña, pero también a la cálida temperatura del agua en el Atlántico respecto a la media de otros años, un factor que resulta "clave". "Las anomalías positivas de temperatura que se extienden por amplias zonas del océano van a ser un factor determinante para amplificar la temporada de huracanes en esta recta final, ya inmersos en el otoño", asegura.
A mediados de octubre, las aguas que cubre gran parte del océano se sitúan entre 1 y 4 grados por encima de la media. Esto, sumado al descenso de la cizalladura del viento en altura provocado por La Niña, hace muy probable que se formen "grandes tormentas capaces de agruparse y generar múltiples ciclones tropicales".
Un calentamiento que, desde el punto de vista de Picazo, está "directamente relacionado con el cambio climático provocado por la actividad humana". "Los océanos absorben cerca del 90% del exceso de energía generado por nuestras actividades, y esa energía, entre otras cosas, fortalece los ciclones tropicales, haciéndolos más intensos y devastadores", desarrolla.
"A mayor temperatura del agua, si las condiciones atmosféricas son favorables, más intensos y devastadores pueden ser los huracanes, que cada vez se adentran más en regiones no habituales y con mayor frecuencia", añade.