Los trenes 'made in Euskadi' se hacen de oro en Europa
Con un programa bajo el paraguas de la Comisión Europea.
Buenas noticias para la empresa vasca Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF). La FCH JU, agencia de la Comisión Europea dedicada a impulsar el desarrollo del hidrógeno y de las pilas de combustible, ha dado luz verde a la propuesta de la entidad ferroviaria para iniciar las negociaciones de un acuerdo de subvención de la UE valorado en 10 millones de euros.
El proyecto seleccionado se denomina FCH2RAIL y permitirá el desarrollo de un prototipo ferroviario propulsado por hidrógeno, contando con una importante financiación por parte de los fondos europeos a través del programa H2020.
La propuesta abarca el diseño y la fabricación de un prototipo tomando como base una unidad de cercanías de tres coches de RENFE existente, en concreto la serie Civia, en la que se instalará un nuevo sistema de generación eléctrica a partir de la hibridación de la energía proveniente de pilas de hidrógeno y baterías LTO.
Este proyecto abarcará en sus distintas fases tanto el diseño y fabricación de un prototipo innovador, como las pruebas necesarias para su validación y homologación. El objetivo final, lograr un producto final que obtenga el sello cero emisiones a la par de ofrecer un rendimiento competitivo con los actuales trenes.
Así, el programa , que cuenta con la participación de empresas de cuatro países europeos (España, Bélgica, Alemania y Portugal) tendrá una duración cercana a los 4 años y contará con un presupuesto por encima de los 14 millones de euros, de los cuales aproximadamente el 70% será soportado con la ayuda de los fondos europeos.
Como recoge la propia empresa, además del fabricante de trenes con sede en Beasáin (Guipúzcoa), el consorcio elegido también incluye a las empresas, DLR, RENFE, TOYOTAMOTOR EUROPE, ADIF, IP, CNH2 y FAIVELEY Stemmann Technik.
No obstante, será un proyecto de largo recorrido, ya que en la actualidad la mitad de las líneas ferroviarias de la UE no están electrificadas y son operadas con trenes diésel que generan contaminación atmosférica y acústica.