Los requisitos de un preso para poder acceder al búnker de los cuchillos en una cárcel
Así se supervisa que ningún interno pueda llevarse herramientas o armas blancas a su celda.
Seguro que alguna vez se han preguntado cómo será la vida de un preso común en cualquier cárcel española: rutinas, costumbres, horarios, obligaciones, convivencia con otros, etc. son los aspectos más llamativos y de mayor relevancia para alguien que no está habituado a este tipo de situaciones.
Muchas de esas preguntas han sido respondidas en infinidad de ocasiones por parte de los propios presos, de los funcionarios o de cualquier persona que tenga que trabajar o vivir en una prisión. Y es que, aunque podamos pensar que la peor parte es la de los presos, la realidad es que trabajar en una cárcel como miembro de seguridad, cocinero, limpiador o similar, no debe ser especialmente agradecido.
La importancia de estas profesiones de riesgo adquiere mayor vigencia que nunca en estas semanas, después de que el pasado 13 de marzo saltara la noticia de que uno de los presos de la cárcel de Mas d' Enric (Tarragona) de nombre Iualin S.O., asesinara a sangre fría con un cuchillo a Nuria, una de las cocineras de la cárcel, para posteriormente suicidarse con la misma arma.
El asesinato generó una gran conmoción dentro del centro penitenciario, especialmente al resto de trabajadores, que fueron conscientes, una vez más, de que la seguridad en oficios como estos, es siempre relativa, y ni mucho menos, total.
¿Cómo es el búnker de los cuchillos en una cárcel?
Para que un suceso de estas características tenga lugar, han tenido que fallas múltiples aspectos y medidas de seguridad, aunque es cierto que muchas veces, al no percibirse riesgo en actividades muy cotidianas y de las que todos los presos forman parte activamente, quizá se puedan descuidar algunos aspectos de seguridad básica.
En este sentido, hay que recordar que los presos colaboran activamente en todas las tareas cotidianas: desde la limpieza hasta la comida, por lo que es muy común que se encuentren en zonas en las que están trabajando los responsables del centro.
Como es normal, hay ciertas limitaciones, ya que bajo ningún concepto se puede permitir que los internos tengan acceso a cuchillos, armas y demás materiales delicados una vez que hayan terminado su labor.
Por ello existe un búnker custodiado por funcionarios y en el que se encuentran todas estas potenciales armas blancas, lejos del alcance de los presos. El modo de proceder es el siguiente: si un preso tiene que entrar a la cocina para realizar cualquier tarea, se topará con varios funcionarios que son los encargados de darles las herramientas y armas necesarias para llevar a cabo el trabajo.
Una vez se ha terminado el turno de trabajo, todos los internos tienen que devolver las herramientas que se les han entregado previamente y está totalmente prohibido que salgan del lugar con ellas. Para que no haya ningún tipo de fallo, también se les somete a un detector de metales, tanto en la entrada como en la salida del turno laboral.
Mientras todo esto ocurre, varios funcionarios se encuentran custodiando y supervisando todo el proceso para que no haya ningún tipo de altercado ni posible agresión a nadie, algo que no ocurrió lamentablemente en el caso que incumbió a Iulian y Nuria y que terminó con el asesinato de la trabajadora.