Los okupas cometen un robo y el tribunal multa al dueño del lugar: "Él lo sabía y lo dejó pasar"
Multan a un terrateniente en Francia por desatender el su ilegal de agua y electricidad en un terreno de su propiedad
Lo de no coger el correo o no abrir las cartas o correos que te llegan, en muchos casos, no es buena idea. La muestra es lo que le ha pasado a un hombre en Francia, que vio a unos okupas instalar un campamento en un terreno que compró en Buchères (Aube, situado en la zona noreste del país), y no se le dio mayor importancia. Pues acabó siendo multado con 1.000 euros después de que los okupas desviaran ilegalmente la electricidad de una central eléctrica cercana para abastecer sus caravanas.
El propietario del terreno, Jhonny, de 51 años, lo compró con la intención de construir una casa familiar para él. Sin embargo, la alcaldía local le dijo más tarde que no podía concederle el permiso, así que se mudó con su familia a otro lugar, dejando el terreno intacto.
Poco después, un grupo de okupas se instaló y aparcaron sus caravanas ilegalmente en el terreno de Buchères. Los okupas cavaron un pozo ilegal para recoger agua del solar y desviaron la electricidad de una central eléctrica cercana sin permiso. Y se instalaron tranquilamente, llegando a vivir en ese solar al menos durante ocho años, entre 2015 y 2023.
En ese tiempo robaron electricidad por valor de al menos 10.000 euros, además de causar daños a la cadena de suministro, según la empres Enedis (una filial de EDF que gestiona la red eléctrica francesa). Esta compañía se puso en contacto con el propietario del terreno varias veces para informarle de lo que estaba sucediendo, pero no respondió a las cartas.
El asunto acabó llegando a los tribunales y el fiscal declaró que el propietario del terreno era consciente del problema, pero no tomó medidas. “Él lo sabía y lo dejó pasar, no le interesaba y no le importó”, afirmó el fiscal durante la vista.
Sin embargo, el propietario del terreno dijo que “debería haberse ocupado del asunto” y admitió su responsabilidad por no haber tomado medidas para expulsar a los intrusos. E sus declaraciones ante la justicia, incluso ofreció entregar el terreno de forma gratuita para que alguien más cercano al lugar pudiera ocuparse de cualquier problema de este tipo que surgiera en el futuro.
FInalmente, el tribunal lo absolvió de complicidad con los okupas, porque en realidad está claro que fue más bien un caso de dejadez, pero lo multó con 1.000 euros por el incidente (500 de los cuales fueron suspendidos al final).