Los monstruos de río ponen patas arriba la pesca en Salamanca
La especie "se está introduciendo de manera ilegal", advierten desde el club Farinatos Fishing.
La introducción de especies no habituales en un hábitat, así como el incremento de especies invasoras, sin supervisión ni control, puede suponer una amenaza tanto para las especies autóctonas de la zona como para la pesca como deporte. Así lo advierten desde el club mirobrigense 'Farinatos Fishing', con sede en Ciudad Rodrigo, quienes afirman que el siluro "se está introduciendo de manera ilegal", generando un "gran daño" para el ecosistema de la zona y también el Lucio, que ya se encuentra asentado en el río Tormes.
Juan Antonio Pérez, miembro del club mirobrigense, resalta esta misma problemática subrayando que "en Salamanca tenemos un grave problema con las especies invasoras como el Siluro, que se ha asentado en el pantano de Santa Teresa, siendo, además, una especie muy dañina para las autóctonas".
Además, según relata, en el caso del Siluro "se está introduciendo de manera ilegal" en muchas zonas, algo que muchos pescadores aprovechan para pescarlo debido al "daño que están generando estas especies en aguas salmantinas". Sin embargo, desde el club afirman que el incremento de esta especie "se ve favorecida por su interés deportivo", ya que una vez lo pescan, "se suelen retornar al agua".
En el caso del lucio, este predomina también en otros ríos de la provincia, como el Águeda o en Arribes, aunque desde el club afirman que se encuentran bajo control. "Esta especie invasora lleva ya asentada en las aguas del Tormes desde hace unos 50 años, pero ahora su población ha mermado y está controlado", finaliza Pérez.
Manolo Blanco, presidente del club de pesca desde hace un año y medio, defiende su actividad en 'Salamanca24horas', destacando que "en la actualidad, el 80% de las licencias son de captura y suelta" y que "el pez no se sacrifica nunca". De hecho, subraya que en su club practican "únicamente la captura y suelta como una diversión, no con el fin de comer los peces, por eso muchas veces en el río de Ciudad Rodrigo hemos pescado el mismo pez más de una vez en una jornada".
A pesar de ello, reconoce que todo "depende de la mentalidad del pescador", aunque según explica, "la ley nos está acompañando mucho en algunos aspectos, por ejemplo, en muchos embalses nos obligan a matar el pez si está catalogado como especie invasora como son el Siluro, el Lucio o la Lucioperca".
Pesca con mosca y Black Bass
Para capturar las truchas, el club practica dos modalidades: la pesca con mosca y Black Bass. La primera modalidad, conocida como 'cola de rata', es de las más utilizadas en agua dulce, como ríos o lagos. Se trata de "una pesca más artística" según explica Pérez "con la que se puede pescar truchas, barbos y carpas". "Cada pescador tiene que fabricar sus propias moscas que pueden ir desde medio milímetro hasta los 10 centímetros", añade.
Además, una mosca grande, de unos 10 centímetros, "puede llegar a pescar especies más grandes como los lucios". Esta técnica "es más llevadera con el medio ambiente, donde el pez no sufre tanto porque no lleva un ancla con tres anzuelos. La mosca suele ser pequeña y es más delicada, permite una pesca deportiva y conservadora al devolver además al pez a su hábitat".
Por el contrario, la pesca de Black Bass por demarcación, "nos permite pescar más meses a lo largo del año. De hecho, el Black Bass hace años de diciembre a febrero era imposible no se saca en la misma cantidad". La principal, diferencia entre ambas modalidades, es que "con la mosca tienes que ser muy meticuloso y aprender a hacer el lance porque la mosca no pesa nada y hay que desplazarla a lo mejor unos 15 o 20 metros. En cambio, con el Black Bass el lance es muy distinto porque el señuelo es un pez o una lombriz artificial que pesa más".