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Los médicos expertos piden que traicionemos el ritmo de las campanadas de la tele para evitar sustos con las uvas

Los médicos expertos piden que traicionemos el ritmo de las campanadas de la tele para evitar sustos con las uvas

"Comemos demasiado rápido", aseguran.

Mantel festivo de fin de año y uvas.Getty Images

En Nochevieja es tradición comerse las doce uvas al ritmo de las campanadas, pero los otorrinolaringólogos no creen que esto sea muy beneficioso para la salud, con lo que proponen cambiar ligeramente la práctica de esta actividad.  

Especialistas de la Sociedad Catalana de Otorrinolaringología y Patología Cervicofacial, encabezados por su presidente en funciones, Xavier Galindo, aconsejan aumentar los intervalos entre uvas para prevenir atragantamientos, una de las tres principales causas de muerte no natural.

"Comemos demasiado rápido. Es una costumbre difícil de controlar", señala Galindo en una entrevista con El mundo en RAC1. En este sentido, el experto recomienda ignorar las campanadas para masticar bien los granos y consumir uno cada cinco segundos, en lugar de los tres habituales. Este pequeño cambio puede reducir significativamente los incidentes, que suelen ser varios durante la última noche del año.

Así, también sugiere evitar el consumo excesivo de alcohol o comida. "En Nochevieja se bebe mucho alcohol, comemos muchas cosas, algunas con espinas, y se juntan muchos incidentes en las urgencias hospitalarias, no solo por atragantamiento, sino por intoxicaciones etílicas y alimentarias", recuerda.

Grupos más vulnerables

Además de esta recomendación general, Galindo explica que ciertos grupos de personas deben extremar las precauciones o evitar directamente comer uvas con las campanadas. Entre ellos, destacan:

  • Niños menores de cinco años, debido a un reflejo deglutorio dudoso y problemas con la dentadura.
  • Personas mayores de 80 años, quienes también enfrentan dificultades de masticación.
  • Personas con enfermedades neurológicas como Alzheimer, Parkinson o que han sufrido un ictus, ya que presentan deglución afectada.

Para estos grupos, los especialistas recomiendan sustituir las uvas por opciones más seguras, como sucedáneos con textura de espuma o pudín. "En los niños se recomienda pelar los granos de uva y retirar las semillas", añade.

Por otra parte, enfatiza la utilidad de la maniobra de Heimlich para resolver casos de atragantamiento, una técnica que puede salvar vidas en situaciones de emergencia. Sin embargo, subraya que la mejor medida es prevenir los atragantamientos masticando adecuadamente y evitando alimentos peligrosos, como:

  • Frutos secos enteros o en trozos pequeños. Los frutos secos son especialmente peligrosos, siendo responsables de hasta el 80% de los atragantamientos, según la Asociación Española de Pediatría.
  • Caramelos duros o grandes.
  • Salchichas tipo Frankfurt cortadas en rodajas. Su textura resbaladiza y forma cilíndrica agravan el riesgo.