Los inventos más raros que resultaron ser un gran fracaso
Aunque seguro que a sus creadores les pareció buena idea en su momento.
La fregona, el sacapuntas, el abanico o la grapadora son cuatro de los inventos españoles más conocidos en el mundo entero. Sin embargo, pese a que esos triunfaron, hay muchos otros que quedaron en el olvido. Y no solo por ser raros o inútiles, sino porque resultaron un fracaso.
Uno de ellos es la tabla de surf con motor. Podría parecer algo similar a la bicicleta eléctrica, para hacer deporte pero con menos esfuerzo, aunque no tuvo ningún tipo de éxito. Nació en 1948 con el objetivo de que el surf pudiera ser un deporte para todos los públicos pero no se sabe de nadie que la haya utilizado.
Otro es el AVE Mizar, el primer coche que consiguió volar (aunque no mucho). Fue creado en 1971 por dos ingenieros aeronáuticos que unieron un Ford Pinto junto a la parte trasera del fuselaje de una avioneta. Hicieron una primera prueba en la que todo fue bien, pero en 1973 los creadores sufrieron un accidente con el vehículo y murieron.
También fue un fracaso el paseador de peces. Se trataba de un artilugio en el que poder colocar la pecera llena de agua y llevar, con unas ruedas, a los animales a la calle. Todavía no se sabe por qué, pero resulta que nunca llego a fructificar este invento.
El laringófono también se creó como algo revolucionario pero resultó ser todo un fracaso. Se trataba de un aparato que se creó a finales de los años 20 para transmitir las vibraciones de las cuerdas vocales cuando se colocaba un micrófono cerca de la garganta.
Y, por último, otro invento raro que no triunfó fue la Itera Bicycle. Se trataba de un modelo de bicicleta completamente fabricado con plástico, así que es lógico que no tuviera éxito. El poco peso de este material hacía que el vehículo se tambalease al utilizarlo y, por eso, resultó ser un fracaso.