Los herederos de un sultán exigen a España 16.000 millones de euros
Un conflicto territorial en Borneo se convierte en un problema internacional.
España vuelve a estar en el centro de una disputa judicial internacional. Esta vez por, tal y como recoge la web Confilegal, una demanda multimillonaria presentada en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) de Nueva York por los supuestos herederos del sultán de Sulu, que reclaman el pago de 18.000 millones de dólares al considerar que España ha bloqueado la ejecución de un laudo arbitral de 14.900 millones de dólares, emitido en su favor por el árbitro español Gonzalo Stampa, en un conflicto territorial que involucra una porción de tierra en la costa norte de Borneo.
El laudo, dictado en 2021, otorgaba a los supuestos herederos del sultán una cuantía que se acerca a los 15.000 millones de dólares, además de tres millones en concepto costas legales. Sin embargo, el arbitraje se ha visto envuelto en una batalla legal y política que involucra a España y Malasia porque, según los herederos, la intervención española ha frustrado sus esfuerzos para hacer cumplir el laudo al anular el nombramiento de Gonzalo Stampa como árbitro debido a presuntos problemas en la notificación a Malasia
Pese a la anulación, Stampa continuó actuando en el arbitraje y emitió el laudo desde París, lo que desencadenó una acusación de desobediencia contra él. En este nuevo proceso ante el CIADI, los herederos acusan a España de haber “criminalizado” las acciones del árbitro y haber interferido indebidamente en un proceso internacional, lo que, según ellos, impidió la ejecución del laudo y la recuperación de la indemnización.
El origen del conflicto: una disputa territorial
El litigio tiene sus raíces en un acuerdo territorial de 1878, relacionado con una región de Borneo, hoy parte de Sabah, Malasia, rica en recursos naturales como petróleo y gas. La disputa estalló cuando los herederos del sultán de Sulu reclamaron que Malasia había incumplido con el pago de una renta anual estipulada en el acuerdo.
El español Gonzalo Stampa fue designado para resolver el caso, pero su nombramiento se anuló en los tribunales españoles a petición de Malasia. No obstante, Stampa siguió adelante con el arbitraje en París, lo que derivó en una condena por desobediencia en España, además de la prohibición de ejercer las mismas funciones durante un año.
Una disputa cada vez más compleja
Recientemente, el Tribunal Supremo de los Países Bajos rechazó la ejecución del laudo arbitral dictado por Stampa, citando la anulación de su nombramiento como árbitro en España. Este fallo ha supuesto un revés importante para los herederos del sultán y una victoria para el gobierno malasio, que ha luchado por bloquear la ejecución del laudo en varias jurisdicciones.
Sin embargo, los herederos filipinos del sultán mantienen que la anulación del nombramiento de Stampa fue producto de la presión política ejercida por Malasia sobre el gobierno español. Alegan que España cedió ante los intereses económicos derivados de sus relaciones comerciales con el país asiático.
En el centro de esta batalla legal también se encuentra el propio Stampa, quien perdió su apelación contra la condena de seis meses de prisión por desobediencia impuesta por los tribunales españoles. La condena ha añadido una capa más de complejidad a un caso ya de por sí polémico en el que están en juego miles millones.