Los extraños caprichos del presidente de China en sus vacaciones en España y la prohibición a sus compatriotas

Los extraños caprichos del presidente de China en sus vacaciones en España y la prohibición a sus compatriotas

El presidente chino, Xi Jinping, realizó una visita a Gran Canaria que duró apenas 18 horas.

El presidente chino, Xi Jingping.Getty

El presidente de la República Popular China, Xi Jinping, llegó a Gran Canaria el miércoles 13 de noviembre por la tarde, en una visita privada que ha causado gran revuelo en la isla. A su llegada al aeropuerto de Gran Canaria, fue recibido por el presidente del Cabildo, Antonio Morales, la alcaldesa de Las Palmas, Carolina Darias, y el delegado del Gobierno en las islas, Anselmo Pestana. Desde allí, se trasladó directamente al Hotel Santa Catalina, donde se hospedó junto a su comitiva de aproximadamente 150 personas.

El hotel, un establecimiento de cinco estrellas gran lujo, fue preparado meticulosamente para la estancia del mandatario chino. Durante las tres semanas previas a su llegada, el equipo de seguridad y logística de Xi Jinping trasladó todos los suministros necesarios desde China, incluyendo ropa de cama, toallas, agua potable y comida. Además, se implementó un fuerte dispositivo de seguridad que incluyó la prohibición de aparcamiento en las calles colindantes y la retirada de contenedores de basura.

El jueves por la mañana, Xi Jinping visitó la Casa de Colón, un museo y centro de estudios e investigación americanista situado en el barrio histórico de Vegueta, en Las Palmas de Gran Canaria. Durante el recorrido, el mandatario mostró un gran interés por la cartografía, los documentos de navegación y los instrumentos náuticos que posibilitaron la travesía atlántica de Cristóbal Colón, según informa EFE.

La llegada de Xi Jinping al corazón del casco histórico de la ciudad generó una gran expectación entre los vecinos y turistas que paseaban por la zona. Una vecina de Vegueta, emocionada por la visita, comentó: “A ver si ahora viene Trump, esto da caché”. Los turistas también se mostraron sorprendidos por el despliegue de seguridad, que incluyó una veintena de vehículos delante del museo y un cordón policial que impedía el tránsito normal.

Tras la visita, el presidente regresó al Hotel Santa Catalina, donde se reunió con miembros de la comunidad china en Gran Canaria. Cerca de un centenar de personas, algunas vestidas con trajes tradicionales, le daban la bienvenida con pancartas y banderas de China y España. La calle León y Castillo, una de las principales arterias de la capital, fue cortada temporalmente para permitir el paso de la caravana presidencial, compuesta por 14 vehículos negros, microguaguas, dos ambulancias y coches policiales.

La visita de Xi Jinping a Canarias se enmarca en una escala previa a su viaje a Perú, donde participará en la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Esta es la segunda vez que el presidente chino visita la isla, habiendo estado anteriormente en 2016, cuando se alojó en la zona turística de Maspalomas.

Las exigencias de Xi Jingping

Según la información publicada por el medio local La Provincia, durante su visita a Gran Canaria, el presidente chino exigió la implementación de medidas de seguridad extremas en el Hotel Santa Catalina. Entre las peticiones más destacadas se incluyó el cambio de los cristales de su habitación por otros blindados, así como el cierre del aparcamiento y del parque adyacente. Además, las dependencias del mandatario fueron redecoradas con sus propios cuadros y adornos, y se trasladaron desde China su colchón, almohada y ropa de cama para asegurar su comodidad. Xi Jingping también trajo a su cocinero personal, junto con agua embotellada y alimentos específicos, incluyendo gambas de Lanzarote para una cena especial.

Parte de la delegación del mandatario llegó a Gran Canaria dos semanas antes de su visita y se alojó en el mismo hotel. Según responsables de un restaurante asiático cercano, aproximadamente 70 miembros de la delegación acudían casi a diario y solicitaban medidas de seguridad adicionales. El día de la llegada del presidente chino, algunos miembros de su equipo fueron a un establecimiento de comida rápida en Triana para comprar alimentos para la comitiva, transportando varias cajas en una furgoneta.