Los empleados de banca también toman la calle reclamando subidas salariales
Los representantes de los trabajadores llevan semanas negociando sin éxito con las patronales las renovaciones de sus respectivos convenios y demandan incrementos salariales de entre el 17 y el 23% en tres años, "acordes con los beneficios del sector".
Los sindicatos han cifrado en "miles" los empleados de banca que se han manifestado este jueves por las calles del centro de Madrid en la mayor movilización del sector financiero en décadas, para exigir una recuperación salarial y una mejora de sus condiciones laborales.
Los representantes de los trabajadores llevan semanas negociando sin éxito con las patronales las renovaciones de sus respectivos convenios y demandan incrementos salariales de entre el 17 y el 23 % en tres años, "acordes con los beneficios del sector", que en el caso de los cinco grandes bancos fueron históricos y superaron los 26.000 millones de euros.
Además, los sindicatos reclaman que las entidades fijen topes en los interesés de los préstamos concedidos a la plantilla ante la subida del euríbor y apliquen medidas de calado que mejoren el clima laboral "cada vez más insostenible, marcado por la presión comercial, la falta de plantilla, las cargas de trabajo y el impacto sobre la salud".
Negociaciones sin avance
Como en esas negociaciones con las patronales no han conseguido ningún avance, los sindicatos optaron por convocar una movilización este jueves en Madrid, que se inició a las 11:30 horas en la Calle Alcalá, 27-28-29 y concluye a las 14:00 horas en el Paseo de Recoletos, 10, donde han llegado al filo de las 13:00 horas.
Para CCOO, sindicato mayoritario en el sector financiero, la manifestación ha sido un "éxito rotundo", pues ha logrado congregar a más de 3.000 delegados sindicales; y, advierte, de que es el inicio de una escalada de conflicto pues, al margen de esta protesta, el 26 de febrero habrá un paro parcial y el 22 de marzo, "si no se producen mejoras en las mesas de negociación", una huelga de 24 horas.
Para SECB-Fine, la responsabilidad social de las entidades debe empezar por el respeto a las plantillas que son las verdaderas artífices de los beneficios conseguidos. "Esta manifestación es consecuencia del inmovilismo de las patronales para acercar las posturas que creemos coherentes con la situación económica, la pérdida de poder adquisitivo y los beneficios históricos del sector", ha señalado Begoña Peiró, presidenta de SECB-Fine.
En su opinión, ante un clima laboral "irrespirable", fruto de tantos años de crisis y reestructuración del sector financiero, las plantillas dicen "basta ya" y exigen medidas que alivien "la brutal presión" a la que dicen estar "sometidos".