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Los caramelos que han desaparecido de las tiendas españolas y muchos desearían recuperar con desesperación

Los caramelos que han desaparecido de las tiendas españolas y muchos desearían recuperar con desesperación

La mayoría eran típicos en las décadas de los 80 y 90. 

Una tienda de chucheríasTurker Minaz- Getty Images

La mayoría de dulces de nuestra infancia parecen haberse extinguido y ya apenas encontramos en las estanterías de los supermercados a la gran parte de ellos. Algunos ejemplos son los monchitos, los tunos o el tulicrem. Sin embargo, existe una larga lista de otros productos que también cayeron en el olvido, como son: 

Chicles bazooka

Estos dulces salieron al mercado hace más de 70 años bajo el lema "los chicles del futuro" aunque fueron desapareciendo con el paso del tiempo. Una de sus particularidades era que el paquete venía acompañado de una pequeña tira cómica. Además, a partir de 1948 añadieron tarjetas coleccionables y desde 1951 sumaron imágenes de jugadores de béisbol. 

Bang Bang de chocolate

Eran chicles cuadrados con sabor a chocolate con los que se podían hacer grandes pompas. Fueron creados a finales de los 70 por la empresa General de Confitería. 

Mi merienda

No hay nada más icónico en España que el clásico bocadillo de pan con chocolate y eso es algo que Bimbo también materializó con este producto, en formato para llevar. Aún se puede encontrar en algunos supermercados, aunque el chocolate incluye ahora lacasitos. 

Chicles Boomer

Existían de diversos sabores, como por ejemplo de sandía, coco, regaliz o natillas. A día de hoy, aunque no existe el chicle original, sí que mantiene algunos formatos como el Maxi-Roll. Cada paquete costaba cerca de 5 pesetas y su competidor principal por aquel momento eran los Bubbaloo, los cuales estaban rellenos de sabores, aunque eran más caros.

Piruletas lolipop

Con una textura suave y un sabor a fresa, estas icónicas piruletas continúan vendiéndose a día de hoy, aunque es difícil encontrarlas. Su palo solía deshacerse al ser de cartón. 

Bucaneros

Similares al Bony, el tigretón o la pantera rosa, estos pastelitos marcaron la infancia de la gran parte de los españoles. Sin embargo, tras no lograr la aceptación que el resto, acabaron retirandolos. Actualmente se puede encontrar una versión parecida, aunque de crema y no de chocolate: los Círculo Rojo. 

Cheiw fresa ácida

Se vendían por un precio inicial de cinco pesetas y contenían un ligero sabor a fresa ácida. También existían otras versiones, como la de menta (fabricado en Murcia) la de cola, la de chocolate o la de clorofila. Además de Cheiw, su fabricante también ofrecía los Bubo, que eran de naranja por fuera y de fresa por dentro. 

Tunos

Con un ligero sabor a trufa venían en packs de dos pastelitos. Aunque se pueden encontrar en surtidos al peso, han variado ligeramente la fórmula. También se pueden encontrar productos similares, aunque de otras marcas y sabores.  

Monchitos

De la marca Pegui, eran pequeñas bolsas de arroz inflado con sabor a jamón. Este nostálgico producto se puede seguir encontrando, incluso su versión sin gluten, aunque con cierta dificultad. 

Drakis

Se trataba del predecesor de los Cheetos Pandilla y con ellos podías jugar a  colocartelos en la boca y convertirte en un vampiro. 

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Andrea Cadenas de Llano Sosa (Córdoba, Andalucía, 2000) es periodista licenciada por la URJC. Escribe sobre actualidad. Puedes contactar con ella en acadenas@huffpost.es