Los aromas comunes que ayudan a las garrapatas a encontrarte

Los aromas comunes que ayudan a las garrapatas a encontrarte

Así puedes evitarlos.

Ilustración de una picadura de una garrapata común.Getty Images/Science Photo Libra

Las garrapatas son la nueva plaga que está trayendo de cabeza en España, ante el adelantamiento que se registra por culpa de la explosión de las altas temperaturas que ha sorprendido a buena parte del territorio en el último mes. 

Este tipo de arácnidos chupópteros son conocidos por las molestias que conlleva su picadura, que en algunas ocasiones incluso puede suponer la transmisión de enfermedades, como la de Lyme. 

No deben ser tomadas a la ligera, puesto que pueden alimentarse de su huésped desde 3 a 10 días e incluso llegar a vivir hasta dos años en este hasta buscar un nuevo objetivo. Fundamentalmente, el espacio más propenso a albergar estos parásitos se corresponde con las zonas boscosas, pero también habitan en jardines con hierbas muy altas -primer consejo, corta el césped antes de que llegue el calor-.

¿Qué aromas atraen a las garrapatas y cómo evitarlos?

Probablemente no lo sepas, pero uno de los principales factores que inciden en si una persona u animal es más propenso a ser objetivo de una garrapata tiene que ver con el olor. Y, en este sentido, lo primero que hay que tener claro es que hay que desterrar un falso mito.

Las garrapatas no se ven atraídas por productos químicos, como desodorantes y colonias, pero tampoco por olores dulces, como si afecta a otro tipo de seres similares o insectos -para cazar algunas especies, como la avispa asiática (Vespa velutina) se emplean trampas con azúcar, refrescos, etc.-.

Entonces, ¿cuál es el principal olor que atrae a una garrapata? Básicamente, el tuyo. No quiere decir que sean atraídas por los seres humanos u animales de por sí. Tiene que ver con el olor corporal, incluso con el aliento. Cuanto más fuertes y potentes sean estos olores, más posibilidades tienes de llevar una metafórica diana pintada en la piel para las garrapatas.

¿Cómo evitarlo? También es muy sencillo -y lógico-: higiene personal y aseo diario. Efectivamente, ducharse y lavarse las manos con frecuencia, a lo que hay que sumar los tres cepillados de dientes diarios después de cada comida.