Los 60 pueblos españoles vigilados por solo 23 Guardias Civiles
Preocupación en la provincia de Castellón por la supresión encubierta de unidades especializadas.
Las agrupaciones profesionales de guardias civiles habían advertido sobre la situación, que ahora se materializa con la desaparición de la unidad del Seprona de Vinaròs. Aunque la subdelegada del Gobierno en la provinciaAntonia García Valls, lo negó hace diez días, la falta de agentes en este servicio es ya una realidad. Actualmente, ningún agente de la Guardia Civil está cubriendo este vacío que, sin embargo, ocupa el Pacprona de Castelló, tal y como señala El Periódico Mediterráneo.
La preocupación de las agrupaciones profesionales sobre la situación de este servicio de la Guardia Civil encargado de proteger la naturaleza, se ha hecho más intensa después de la última convocatoria de plazas para el Seprona en la provincia, hecho que ha venido a confirmar los peores temores: la reestructuración planeada por la dirección general de la Guardia Civil prevé reducir los efectivos totales para la provincia con la supresión de unidades, como las del Seprona de Vinaròs y Burriana, bajo la premisa de reforzar otras unidades en Sant Mateu y Segorbe.
Sin embargo, el citado medio asegura que la supresión de estas unidades especializadas debilita la seguridad en la provincia, al concentrar los efectivos disponibles y dejando áreas desatendidas. La falta de suplentes para cubrir las bajas en Vinaròs pone de manifiesto esta posibilidad: con solo dos agentes activos y ambos de baja, el servicio queda desatendido.
La reducción de efectivos no solo afecta a la seguridad en áreas específicas, sino que también se extiende a zonas rurales, donde la presencia de la Guardia Civil es crucial. En Alto Palancia y Alto Mijares, solo tres cuarteles prestan servicio a 60 pueblos y pedanías, con tan solo 23 agentes asignados para todo el territorio. Esta escasez de personal se agrava en verano, cuando la población se multiplica debido a las vacaciones estivales y la afluencia de turistas.
Aunque el Ministerio de Interior defiende la reestructuración como una medida para hacer más eficiente el servicio, las asociaciones profesionales insisten en que, en realidad, se están reduciendo los efectivos en la calle y debilitando unidades especializadas, lo que pone en riesgo la seguridad en diversas zonas de la provincia de Castellón.