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Las escopetas resuenan ante la plaga desbocada: "Es incontrolable, hemos matado 4.400 animales"

Las escopetas resuenan ante la plaga desbocada: "Es incontrolable, hemos matado 4.400 animales"

"La plaga es imparable".

Grupo de crías de conejo comiendo y jugando cerca de su madriguera.Getty Images

La plaga de conejos en Los Balbases es una lucha constante que los agricultores enfrentan cada año, con la esperanza de que se implementen medidas adicionales para mitigar los efectos de esta invasión. Mientras tanto, ellos mismos tratan de reducir la población de estos animales.

El Diario de Burgos ha pasado un día con Dona, presidente de la Asociación de Fincas Rústicas de Los Balbases, y su cuadrilla. La lucha que tienen por delante es una de las muchas que enfrentan contra una plaga de conejos que amenaza los cultivos de cereal y leguminosas en la zona.

Armados con escopetas y jaulas de color rojo, los cazadores en los campos. La estrategia es clara: introducir hurones en las madrigueras para localizar a los conejos, que, al ser asustados, intentan huir para salvar su vida, solo para ser interceptados por el equipo de Dona. Este proceso suele resultar en una media de cien conejos capturados por día, aunque el día en el que les acompañaba el diario solo consiguieron 40, un número que sigue siendo significativo.

A pesar de estos esfuerzos, Dona lamenta que la plaga sigue siendo incontrolable. "Hemos matado 4.400 conejos en tres meses, pero la plaga es imparable", expresa, con frustración. Iván, el guarda rural de los cotos de Los Balbases y Castrojeriz, describe la situación como "crítica", y señala que las soluciones actuales no son suficientes

Se necesitan más medidas

Los agricultores piden que se tomen medidas más allá de la flexibilización de la caza con hurón y piden permiso para intervenir en áreas colindantes a infraestructuras públicas, como autovías y vías de tren, donde se encuentran los principales focos de la plaga.

Dona también propone la instalación de mallas para evitar que los conejos socaven nuevas madrigueras y que el Estado asuma los daños causados por la superpoblación. "Los agricultores estamos pagando las consecuencias, pero los daños deberían ser asumidos por el Estado", reclama.

Además de las medidas tradicionales, Iván sugiere que la caza nocturna o el uso de perros podrían ser métodos efectivos para controlar la plaga sin afectar a otras especies cinegéticas. Aunque la caza con hurón es útil, los esfuerzos deben ampliarse para frenar la superpoblación de conejos.

La situación ha atraído la atención de cazadores de otras regiones, como País Vasco, Madrid, La Rioja o Cantabria, que desde diciembre participan en la erradicación de la plaga. Más de 300 cuadrillas están activas, inspeccionando hasta 50 guaridas cada día

Sin embargo, el incremento de la población de conejos sigue siendo alarmante, y los esfuerzos parecen no ser suficientes, ya que la población sigue creciendo. "Se han aniquilado 4.400 animales mientras que en anualidades anteriores rondaban los 2.500", manifiesta Iván.