Las aguas verdes conquistan las playas españolas

Es un fenómeno inusual que no representa un riesgo para la salud humana, pero el agua de las playas en algunos municipios de Islas Baleares ha cambiado de color, pasando de un azul turquesa a un inesperado tono verde, similar a las de una laguna. Algunos ayuntamientos han empezado tomar medidas, pero los ecologistas no se fían de su efectividad. 

El fenómeno, que afecta Cala Marçal (Felanitx), Cala Santanyí, Cala Llombards (también en Santanyí) y Sant Elm (Andratx), se conoce con el nombres de "bloom". Se origina por la conjunción de factores que incluyen el calentamiento de las aguas y la acumulación de nutrientes que llegan desde los sistemas de alcantarillado, emisarios submarinos y los vertidos de aguas grises de embarcaciones. Normalmente es más pronunciado en áreas con en las que se registra poca circulación de agua.

Para atajar el problema de las aguas verdes, algunos consistorios han empezado a instalar sistemas de bombeo hidráulico en los puntos afectados con la idea de mover el agua y fomentar la recirculación. Sin embargo, el Grupo de Ornitología Balear (GOB) ha expresado sus preocupaciones al respecto a estas iniciativas, tal como informa el diario Última Hora. 

Según el GOB, estas bombas no abordan la causa principal del problema, que es la temperatura del agua y la presencia de nutrientes, sino que simplemente redistribuyen las algas. Esto conlleva el riesgo de que las algas se propaguen a otras áreas con mayor facilidad y que la claridad del agua disminuya debido a la turbidez causada por el movimiento del sedimento, además de generar ruido.

El GOB ha pedido un debate sobre la efectividad de las bombas hidráulicas y su impacto en el ecosistema marino, e insta a realizar estudios para evaluar su consumo energético porque, subrayan, la solución definitiva reside en la gestión adecuada de las redes de alcantarillado, la separación de aguas residuales y pluviales, y la modernización de las instalaciones de tratamiento de aguas.