La RAE aclara como utilizar el punto y coma correctamente
En textos académicos y formales, el punto y coma es especialmente útil para estructurar argumentos complejos y listas detalladas.

El punto y coma es uno de los signos de puntuación más versátiles y, a menudo, menos comprendidos en la lengua española. Su correcta utilización puede marcar la diferencia entre un texto claro y uno confuso. La Real Academia Española (RAE) ofrece directrices precisas sobre cómo y cuándo emplear este signo de puntuación, y es fundamental conocerlas para escribir con propiedad. En el ámbito de la escritura, el punto y coma se sitúa en un punto intermedio entre el punto y seguido y la coma. Su función principal es separar elementos de una oración que ya contienen comas, o para separar oraciones independientes que están estrechamente relacionadas en significado. A continuación, se detallan las normas y ejemplos de uso del punto y coma según la RAE.
Una de las funciones más importantes del punto y coma es la de separar elementos en una enumeración cuando estos ya incluyen comas. Por ejemplo, en una lista de ciudades y sus respectivas características, el punto y coma ayuda a evitar confusiones: Visitamos Madrid, la capital de España; Barcelona, conocida por su arquitectura modernista; y Sevilla, famosa por su flamenco. En este caso, el punto y coma actúa como un separador de unidades complejas, proporcionando claridad y orden a la enumeración.
El punto y coma también se utiliza antes de conjunciones adversativas como "pero", "aunque", "sin embargo" y "no obstante" cuando las oraciones que se unen son extensas o contienen comas internas. Por ejemplo: El proyecto estaba bien planificado; sin embargo, los imprevistos retrasaron su ejecución. Aquí, el punto y coma permite una pausa más marcada que la coma, subrayando la relación adversativa entre las dos oraciones.
Otra aplicación del punto y coma es la separación de oraciones independientes que están estrechamente relacionadas en significado. Este uso es común en textos donde se desea mantener una conexión lógica entre las ideas sin recurrir a un punto y seguido. Por ejemplo: La conferencia fue un éxito; los asistentes mostraron gran interés en los temas discutidos. En este caso, el punto y coma une dos oraciones que podrían ser independientes, pero que juntas ofrecen una información más completa.
En textos académicos y formales, el punto y coma es especialmente útil para estructurar argumentos complejos y listas detalladas. Su uso adecuado puede mejorar la legibilidad y la coherencia del texto, facilitando la comprensión del lector. Por ejemplo: En el estudio participaron tres grupos: el grupo control, que no recibió tratamiento alguno; el grupo experimental, que recibió el tratamiento A; y el grupo placebo, que recibió una sustancia inerte.
Es importante distinguir el uso del punto y coma del de otros signos de puntuación como la coma y el punto. La coma se utiliza para separar elementos dentro de una oración, mientras que el punto marca el final de una oración completa. El punto y coma, por su parte, ofrece una pausa intermedia, más fuerte que la coma pero menos definitiva que el punto. Por ejemplo: La reunión fue larga, pero productiva; se discutieron varios temas importantes.