"La primavera la sangre altera": la verdad científica de este mito
La llegada de esta estación pueden provocar desajustes en ciertas hormonas y neurotransmisores de nuestro organismo.
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Seguro que alguna vez has escuchado el conocido refrán "la primavera, la sangre altera", pero ¿realmente esta estación del año puede afectar a nuestro estado de ánimo?
Resulta que sí. En este caso, la sabiduría popular tiene un cierto fundamento científico, ya que los cambios propios de la primavera, en especial el aumento de horas de luz y el clima, activan una serie de hormonas en nuestro organismo relacionadas con la felicidad que renuevan nuestro estado de ánimo.
Conforme se acerca la primavera y hasta el solsticio de verano, el día de San Juan (24 junio), los días se van haciendo más largos. Y cuanta más luz solar recibimos, producimos menos melatonina, la hormona originada por nuestra glándula pineal que regula los ciclos de sueño y vigilia. Por tanto, cuanta más luz, menos melatonina, menos sueño y más ganas de fiesta.
Pero, cuando los niveles de melatonina bajan, no solo se nos quitan las ganas de dormir. Sino que también se genera una serie de reacciones químicas en nuestro cuerpo que llevan a la producción de otras hormonas como la dopamina, la serotonina, la oxitocina y la noradrenalina. Estas hormonas son las que regulan nuestro estado de ánimo y se las relaciona con la atracción sexual. Hay quien llama a la oxitocina ‘la hormona del amor”.
La astenia primavera
Antes de sentir esa euforia tan agradable, no nos debe extrañar sentirnos más cansados y de peor ánimo con la llegada de la primavera. Y es que, ante cualquier cambio estacional, el cuerpo necesita un período de adaptación.
Es la llamada astenia primaveral, una condición que dura pocos días y que tiene efectos leves en nuestra salud y nuestro estado de ánimo. Al tratarse de una dificultad de adaptación, son más susceptibles de padecerla los niños, las personas mayores e individuos con alguna enfermedad crónica o situación médica de fragilidad, aunque puede afectarnos a todos. La astenia primaveral tiene una duración generalmente de un par de semanas, el tiempo suficiente para que el ritmo biológico se adapte a las nuevas condiciones de luz y temperatura. Lo mejor para combatir el cansancio es seguir una dieta equilibrada, dormir bien y hacer ejercicio regularmente