Playmobil decide marcharse de España
Con su clausura se pone fin a uno de los últimos 'bastiones' del 'Valle del Juguete' de la provincia alicantina.
La división española de la compañía alemana Playmobil, uno de los últimos emblemas del conocido como ‘valle del Juguete’ de Alicante, ha cerrado definitivamente su planta de producción de Onil este lunes tras más de 48 años de actividad y después de poner fin a la fabricación a finales del pasado año a consecuencia de la continua caída de ventas.
Según ha recordado a EFE el técnico de turismo del Museo de la Muñeca de Onil, David Pons, Playmobil se asentó en la localidad de la mano de FAMOSA (acrónimo de Fabricas Agrupadas de Muñecas de Onil SA) en 1974, tras un acuerdo fruto de un encuentro de trabajo en la Feria de Nuremberg, aunque no fue hasta 1983 cuando la empresa alemana creo la filial Playmobil Ibérica.
Este gigante juguetero, que ha sufrido una merma en su facturación del 25 por ciento en el último año, se suma a la larga lista de compañías dedicadas al sector que ya han cerrado sus puertas a lo largo del valle (Ibi, Tibi, Onil y Castalla), obligando a las poblaciones a reinventarse, eso sí, sin perder la esencia que les puso en el mapa.
La decadencia del juguete
“La decadencia del juguete hizo que nos reconvirtiéramos como industria”, ha afirmado la vicealcaldesa de Ibi, Aitana Gandía, quien ha relatado que “para lo que fuimos, ahora no queda ni una décima parte”.
Pero sin duda, como gran ejemplo, encontramos a Onil -donde se asentó Playmobil- conocido como la cuna de las muñecas, testigo y protagonista principal de la época dorada de la industria del juguete en España, por volumen de producción y exportación de las empresas afincadas en el municipio.
FAMOSA, buque insignia y leyenda viva del mundo de la muñeca, ahora con sede en Alicante, llegó a contar con más de 2.000 trabajadores y trabajadoras en su centro de producción de la localidad y consiguió exportar más de 3 millones de “Nancys”, las muñecas más demandas y reconocidas de la marca.
Hoy en día, según afirma Pons, aunque la planta industrial de la localidad está compuesta por cerca de medio centenar de empresas dedicadas íntegramente o de forma auxiliar a la fabricación de muñecas, las grandes firmas han desaparecido y las que quedan no han conseguido retener el peso comercial que tenían antaño.