La pequeña isla gallega con pasado de piratas que fue monasterio, lazareto, prisión y hasta orfanato
Un pequeño enclave con una gran historia detrás.
España es un país repleto de tesoros naturales y paisajes únicos que merecen ser visitados al menos una vez en la vida. Entre todos sus rincones, Galicia destaca como un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza, con su costa escarpada, verdes montañas y ríos serpenteantes. Esta región del noroeste, famosa por su belleza salvaje y su historia rica en leyendas, esconde un rincón especial que combina tranquilidad con un profundo legado cultural.
Estamos hablando de la Isla de San Simón, una de las joyas ocultas en Galicia situada en el corazón de la ría de Vigo. A este lugar también se le conoce como la Isla del Pensamiento o Illa do Pensamento en gallego, y forma parte de la Red Natura 2000 como hábitat natural europeo protegido. Debido a su larga historia y a los numerosos usos que se han dado a la isla, esta fue declarada Bien de Interés Cultural por la Xunta de Galicia en 1999.
Este pequeño enclave ha sido testigo de episodios clave en la historia de la región. Durante la Edad Media, la isla fue conocida por ser refugio de piratas que asolaban las costas gallegas. Uno de los más famosos que pasaron por estas tierras fue Sir Francis Drake, quien en el siglo XVI atacó la isla debido a su posición estratégica en la ría de Vigo. Este evento, junto con la Batalla Naval de Rande, son algunos de los motivos por los que se rumorea que todavía hay tesoros ocultos bajo las aguas del islote.
Centro monástico y sanitario
No obstante, no todo fue caos y saqueos, ya que en el medievo fue un antiguo centro monástico. Así como entre los siglos XII y XIII albergó a templarios y franciscanos de la orden de los pascualinos de San Simón. Aunque años más tarde se vieron en la obligación religiosa de abandonar la isla, la cual un siglo después acabó siendo cedida a Isabel la Católica como gesto de gratitud y lealtad por parte de la diócesis de Tuy.
Otra de sus grandes funciones fue que en el año 1833 se utilizó como lazareto durante la epidemia de cólera morbo asiático que acabó con la vida de 800.000 personas en España. Se consolidó entonces como un lugar de cuarentena para los enfermos y acogió a cientos de personas infectadas, aislándolas del resto de la población. San Simón se convirtió así en el segundo lazareto de España, después del de Mahón.
En los últimos años
Por otro lado, esta isla también actuó como una prisión en tiempos de la Guerra Civil. San Simón fue lugar de reclusión para numerosos presos del bando republicano, los cuales tuvieron que vivir en unas condiciones de extrema dureza. Muchos de ellos murieron debido al hambre, las enfermedades y las duras condiciones de vida a las que se enfrentaban, dejando un duro legado de dolor que forma parte de la memoria colectiva gallega.
Finalmente, de 1955 a 1963 esta isla se transformó en un orfanato para niños cuyas familias habían sido devastadas por el conflicto. Después de esto, San Simón quedó abandonada durante varios años, hasta las últimas décadas que ha conseguido renacer como un centro cultural y de memoria histórica que invita a la reflexión. En la actualidad, la isla acoge eventos culturales, conciertos e incluso actividades pedagógicas.