La localidad riojana que en junio se lanzará litros y litros de vino en un espectáculo impresionante
Los participantes, armados con botas de vino y otros utensilios, se lanzan el líquido unos a otros.
En el corazón de La Rioja, una localidad se viste de morado cada 29 de junio. Haro, la ciudad del vino, celebra su fiesta más emblemática: la Batalla del Vino. Este evento, que atrae a miles de visitantes de todo el mundo, no es solo una muestra de alegría y tradición, sino también un homenaje a su patrón, San Pedro, y a San Felices de Bilibio, cuyos restos descansan en la cueva de los Riscos de Bilibio.
La historia de esta festividad se remonta al siglo VI, cuando los habitantes de Haro comenzaron a peregrinar a la ermita construida sobre la cueva donde yacía San Felices. Con el tiempo, la devoción y el júbilo se fusionaron, dando lugar a una celebración que combina lo sagrado y lo profano.
El día comienza con una procesión encabezada por el Regidor Sindico, quien lleva el Pendón de la ciudad hasta lo alto de las peñas. Tras una misa en honor al santo, se desata la esperada Batalla del Vino. Los participantes, armados con botas de vino y otros utensilios, se lanzan el líquido unos a otros, tiñendo de púrpura sus ropas y la atmósfera.
La batalla es solo el comienzo de un día lleno de festividades. Después de la contienda, los asistentes se reúnen para almorzar y recuperar energías antes de regresar a Haro. Allí, en la Plaza de la Paz, se llevan a cabo las “Vueltas”, un ritual que marca el final de un día glorioso.
Reconocida como Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2011, la Batalla del Vino es más que una fiesta; es una expresión de la cultura y el espíritu de La Rioja. Es una invitación a vivir una experiencia inolvidable, donde el vino se convierte en el protagonista de una jornada que celebra la vida, la comunidad y la historia de Haro.