La forma de pedir una cerveza en Cataluña que en el resto de España no entienden

La forma de pedir una cerveza en Cataluña que en el resto de España no entienden

Tiene su lógica.

Dos cervezas sobre una mesa con el mar de fondo.Getty Images

"Vacaciones de verano para mí, caminando por la arena junto a ti", reza la mítica canción de Fórmula V. Hay quien estas primeras palabras del sonado tema ya lo está aplicando. El mes de julio arranca con las ansiados días de descanso veraniego para muchos, donde la máxima preocupación es levantarse lo suficientemente pronto para encontrar un hueco en las primeras líneas de playa o en el chiringuito.

Los chiringuitos saltan a escena, y con ellos sus ricas comidas y bebidas. Las playas de Málaga se contagian del rico aroma del espeto, mientras que en las de la Comunidad Valenciana embriaga el olor a paella. Entre las bebidas, una de las favoritas es, sin duda, la cerveza. 

Y es que el simple gesto de pedir una cerveza en España es más complicado de lo que a priori puede parecer. En función de lo que se diga y de la comunidad autónoma en la que se esté, te servirán una u otra. Caña, tercio, doble o directamente botellín son las más conocidas, pero por ejemplo en Aragón existe el penalti -una caña pequeña-, en el País Vasco el zurito -también una cerveza pequeña- y en Castilla y León es común escuchar corto en referencia ese vaso de cerveza de nuevo pequeño. 

Cómo pedir cerveza en Cataluña

Si este verano tienes pensado ir a Cataluña y no puede faltar una cerveza con la que refrescar la garganta después de un día de playa, el término 'mediana' no puede faltar en tu vocabulario. La mediana equivale a una botellín de cerveza de 33 cl, lo que prácticamente en el resto de España se conoce como tercio. Sumado a ello, en la comunidad autónoma está extendido el término caña en referencia a ese vaso de cerveza de unos 20-25 cl.

De esta forma, al acudir a un bar o chiringuito catalán de turno, si se te antoja una cerveza, ten por cuenta que si pides un tercio es más complicado que te entiendan. Solo con decir: "una mediana, por favor", el camarero de turno sabrá que ansias ese botellín con el que acompañar un rico aperitivo o contemplar las vistas al atardecer.