La curiosa pirámide de estilo egipcio que decora esta ciudad europea muy visitada
Su imponente presencia y su rica historia la convierten en un punto de interés que merece ser explorado.
En el bullicioso centro de Roma, entre las antiguas murallas y las modernas calles, se erige una estructura que parece sacada directamente del desierto egipcio. La Pirámide de Cestio, construida hace más de 2.000 años, es un testimonio de la fascinación romana por la cultura egipcia y un monumento que ha resistido el paso del tiempo con una gracia impresionante.
A pesar de no ser uno de los destinos turísticos más conocidos de Roma, la Pirámide de Cestio ofrece una experiencia única para aquellos que se aventuran a descubrirla. Su imponente presencia y su rica historia la convierten en un punto de interés que merece ser explorado.
La Pirámide de Cestio fue construida entre los años 18 a.C. y 12 a.C. por orden de Cayo Cestio Epulón, un político romano que deseaba una tumba que reflejara su estatus y su admiración por la cultura egipcia. La construcción de la pirámide se completó en un tiempo récord de menos de 330 días, un logro impresionante para la época.
Ubicada en la Vía Ostiense, una de las principales carreteras de la antigua Roma, la pirámide se encuentra integrada en las Murallas Aurelianas, que fueron construidas entre los años 271 y 275 d.C. para proteger la ciudad. Esta integración no solo ha ayudado a preservar la pirámide, sino que también la ha convertido en una parte integral del paisaje urbano de Roma.
La pirámide tiene una altura de 36,40 metros y una base cuadrada de 30 metros de lado, diseñada sobre una plataforma de hormigón. En cada una de sus esquinas, se encuentran columnas decorativas y estatuas de Cayo Cestio, lo que añade un toque de majestuosidad a la estructura. La cámara funeraria, que ocupa solo el 1% del volumen total de la pirámide, es un espacio pequeño pero significativo, que refleja la importancia de la vida después de la muerte en la cultura romana.
Para aquellos interesados en visitar la Pirámide de Cestio, es posible realizar un recorrido guiado que ofrece una visión detallada de su historia y su construcción. Desde 2016, se ha permitido el acceso al interior de la pirámide en visitas selectas, lo que brinda a los visitantes una oportunidad única de explorar este antiguo monumento desde dentro.
El proceso para visitar la pirámide es relativamente sencillo. Los interesados deben reservar su visita con antelación, ya que las entradas son limitadas debido a la fragilidad de la estructura y la necesidad de preservarla. Las visitas guiadas suelen incluir una explicación detallada de la influencia egipcia en Roma y cómo esta se refleja en la arquitectura de la pirámide.
Además de su valor histórico y arquitectónico, la Pirámide de Cestio también es un símbolo de la conexión cultural entre Roma y Egipto. Durante el periodo en que fue construida, la influencia del Antiguo Egipto se había extendido por todo el Imperio Romano, y muchos romanos de alto rango adoptaron elementos de la cultura egipcia en sus propias vidas. La pirámide es un ejemplo perfecto de esta fascinación y de cómo las culturas pueden influenciarse mutuamente a lo largo del tiempo.