La ciudad española que alberga 2.500 cuevas de la bebida de los dioses bajo tierra
Fue elegido Mejor Municipio Enoturístico en 2022.
Hace más de 200 años comenzaron las obras para construir unas cuevas para almacenar vino bajo el suelo en uno de los pueblos más conocidos de Ciudad Real. Desde entonces, se ha convertido en el mayor productor de alcohol vinílico del mundo y fue elegido Mejor Municipio Enoturístico en 2022.
Como informa Uppers, se trata de Tomelloso, con cerca de 38.000 habitantes empadronados. Y cuenta aún con unas 2.500 bodegas laberínticas por debajo de la tierra del municipio, que se pueden observar a través de unas rejillas que decoran las aceras y que se las conoce como "lumbreras".
El techo de estas cuevas tiene entre 2 y 5 metros de espesor, lo que facilita que se mantengan las condiciones de humedad y temperatura óptimas para la conservación del vino. De hecho, en el momento de máximo apogeo de la actividad vinícola en el pueblo, había hasta 55 pequeñas empresas trabajando.
Tanto es así, que aún se conservan chimeneas de hasta 40 metros de altura que se construyeron junto a las torres de destilación.
Pero otra de las cosas que destaca entre los elementos arquitectónicos de Tomelloso son los bombos, unas bóvedas que se sujetan sobre piedras. Es una estructura muy sencilla, construida con la técnica de la piedra seca en el siglo XIX, y que resulta excepcional. Antiguamente se utilizaba como vivienda o refugio de los trabajadores del vino y se conservan cerca de 90 en buen estado.