La ciencia asombra al hallar a la 'mujer vampiro' con una guadaña al cuello y un candado en el pie
"Es paradójico".
Sorprendente hallazgo en un cementerio polaco que sirve como prueba de que las extrañas creencias y supersticiones han sido un lastre importante en la sociedad desde mucho atrás en el tiempo.
Se trata de los restos mortales de una joven hallados en el cementerio de los olvidados de Pień, un camposanto conocido por ser punto de enterramiento de aquellas personas acusadas de brujería o vampirismo. Así lo recoge el diario italiano La Reppublica en un reportaje.
¿Quién fue Zosia y por qué tanto esfuerzo en enterrarla así?
Precisamente, dicho cadáver pertenece a una joven del siglo XVI, Zosia, que con toda probabilidad fue enterrada siguiendo una pauta dirigida a evitar que se levantase como una no muerta. Hace dos años sus huesos fueron descubiertos en dicho cementerio junto a los de un niño de unos 6 años. Tras ser enviados a analizar, los científicos de la Universidad Nicolás Copérnico de la ciudad de Torun (Polonia) lograron reconstruir su rostro mediante el ADN y el cráneo.
Zosia era una joven de 20 años cuando falleció. Y fue enterrada con una guadaña sobre el cuello. El pequeño, boca abajo con un candado en el pie. Los investigadores lo tienen claro, detrás de este sorprendente rito -quizás no tanto en Europa Central- hay una intención obvia. Dejar un 'as en la manga' por si Zosia se levantaba de entre los muertos como una vampiro y, en el caso de pequeño, evitar sencillamente que se alzase con un simbólico peso.
Cabe destacar que estos cuerpos fueron hallados en una zona en la que también aparecieron otros esqueletos boca abajo, pero incluso atados en posición fetal, decapitados o aplastados con una roca. Los expertos creen que hay una relación entre personas que presentaban malformaciones, personas con discapacidades o problemas psicológicos. Y es clave que el cráneo de Zosia apunta a que podría padecer problemas neurológicos.
"Es paradójico, los contemporáneos de Zosia hicieron todo lo posible para impedirle regresar del mundo de los muertos y nosotros hicimos todo lo posible para devolverla a la vida", dejó a modo de irónica reflexión el arqueólogo sueco Oscar Nilsson, especialista en reconstrucción facial a partir de técnicas como las usadas con Zosia.