La chuleta de la RAE para escribir siempre bien por qué, por que y porqué
Aunque similares en apariencia, tienen usos y significados distintos.
La Real Academia Española (RAE) proporciona una serie de recomendaciones para el uso correcto de “porqué”, “por qué”, “porque” y “por que”, términos que a menudo generan confusión entre los hablantes de español. Estas palabras, aunque similares en apariencia, tienen usos y significados distintos que es importante conocer para escribir correctamente.
El término “porqué” es un sustantivo masculino que significa 'causa, motivo o razón’. Se escribe con tilde por ser una palabra aguda terminada en vocal. Este sustantivo se utiliza normalmente precedido de un artículo u otro determinante y su plural es "porqués". Por ejemplo, en la frase “No comprendo el porqué de tu actitud”, “porqué” se refiere a la razón de la actitud. De manera similar, en “Todo tiene su porqué”, se está hablando de la causa o motivo de todo. Es importante notar que “porqué” puede sustituirse por términos como razón, causa o motivo.
Por otro lado, “por qué” es una secuencia formada por la preposición “por” y el interrogativo o exclamativo “qué”. Este último lleva tilde diacrítica para distinguirlo del relativo y de la conjunción "que". “Por qué” se utiliza para introducir oraciones interrogativas y exclamativas, tanto directas como indirectas. Por ejemplo, en la pregunta “¿Por qué no viniste ayer a la fiesta?”, se está indagando la causa de la ausencia. En una oración indirecta como “No comprendo por qué te pones así”, también se busca una explicación. A diferencia del sustantivo “porqué”, la secuencia “por qué” no puede sustituirse por términos como razón, causa o motivo.
La conjunción “porque” se escribe sin tilde y se utiliza para introducir oraciones causales. Esta conjunción puede usarse con dos valores. En la frase “No fui a la fiesta porque no tenía ganas”, “porque” introduce la causa de no asistir a la fiesta. También se emplea como encabezamiento de las respuestas a las preguntas introducidas por "por qué". Por ejemplo, a la pregunta “¿Por qué no viniste?”, se puede responder "Porque no tenía ganas". Además, cuando el verbo va en subjuntivo, “porque” puede añadir un matiz concesivo o condicional, como en “Tampoco pasa nada porque no te bañes hoy”, que implica que no hay problema si no te bañas hoy.
Finalmente, “por que” puede tratarse de una de varias secuencias. Por ejemplo, en “Este es el motivo por que te llamé”, “por que” se puede entender como "por el que". En otros casos, como en “Al final optaron por que no se presentase”, “por que” introduce una subordinada con el verbo en subjuntivo y sentido final. También se admite la doble grafía “por que” o “porque” cuando la preposición “por” encabeza un complemento de régimen y viene exigida por un verbo, un sustantivo o un adjetivo. Por ejemplo, en “Rogué por que cambiara de opinión” o “Rogué porque cambiara de opinión”, ambas formas son correctas.