La central nuclear europea que se transformó en parque de atracciones tras el desastre en Chernóbil
Su construcción costó más de 5.000 millones de dólares.
En la década de los 80, Alemania fue testigo de la construcción de una central nuclear que prometía ser un hito en la energía del país. Sin embargo, tras el desastre de Chernóbil y las masivas protestas contra la energía nuclear, la planta SNR-300, cuya construcción costó más de 5.000 millones de dólares, nunca llegó a operar.
Hoy, ese mismo lugar alberga un parque de atracciones llamado Wunderland Kalkar, considerado un símbolo de transformación al convertir lo que pudieron ser las ruinas de una planta nuclear en un destino turístico y de ocio.
Ubicado en la ciudad de Kalkar, cerca de la frontera con los Países Bajos, el parque cuenta con 40 atracciones, muchas de ellas integradas en la infraestructura original. Entre las atracciones más destacadas se encuentra un tiovivo instalado en la torre de refrigeración, así como una montaña rusa, un paseo en troncos y un muro de escalada.
Futuros planes
El parque, fue inaugurado en 2001 tras ser adquirido por un inversor holandés en 1996. Su entrada tiene un valor que ronda los 25 euros y afirma recibir más de 600.000 visitas al año.
Además de sus atracciones, los visitantes pueden hospedarse en hoteles dentro del recinto. A pesar del éxito, dos tercios de los edificios de la planta nuclear permanecen vacíos, aunque existen planes para expandir el parque con un balneario, un parque cubierto y un centro de exhibiciones.