La carretera más antigua de Europa se encuentra en este país y debe su nombre a los trípodes de bronce
De concursos dramáticos a películas: la historia de Tripodon.
En el centro de Atenas, bajo la sombra de la Acrópolis, se encuentra una calle que pocos conocen como la más antigua de Europa: la calle Tripodon. Esta vía ha mantenido su nombre desde su creación hace más de 2.500 años y sigue siendo una ruta frecuentada tanto por los residentes de la capital griega como por turistas de todo el mundo. A pesar de su relevancia histórica, pocos se detienen a reflexionar sobre su pasado milenario mientras pasean por ella.
La calle Tripodon conectaba el antiguo mercado de Atenas con el famoso teatro de Dioniso, lugar donde se celebraban importantes concursos dramáticos en la ciudad. Su nombre deriva de los trípodes de bronce que los ciudadanos adinerados erigían a lo largo de la calle como monumentos en honor a los ganadores de estos concursos. Entre los monumentos aún preservados se encuentra el de Lisícrates, también conocido como la "Linterna de Diógenes", erigido alrededor del 334 a.C. Este testimonio arquitectónico no solo nos habla de la rica historia de la calle, sino también del profundo vínculo de Atenas con el arte y el teatro.
Tripodon, con sus seis metros de ancho, era una de las calles más amplias de la antigua Atenas y la ruta más directa hacia el teatro. Hoy en día, su trazado sigue presente en el barrio de Plaka, permitiendo a los visitantes caminar por donde una vez lo hicieron los antiguos atenienses.
Además de su importancia histórica, la calle Tripodon también es conocida en la cultura popular moderna de Grecia. La pequeña casa neoclásica situada en esta calle fue utilizada como set de filmación para la película "La mujer no debe tener miedo del hombre" (1965), protagonizada por George Konstantinou y Maro Kontou, añadiendo una capa más de relevancia cultural a este rincón ateniense.