Irresponsabilidad de los comercios con las mandarinas
Ante la previsión de una baja producción, los negocios están ejecutando estrategias diferentes a otros años.
Suele decirse que la mandarina es la fruta preferida de los más pequeños de la casa. Es muy jugosa, es fácil de pelar y puede presentarse tanto en platos dulces como salados. Y eso, sin olvidar sus grandes propiedades terapéuticas.
España es uno de los principales productores de mandarina. En nuestro país, la producción alcanza cada año unas 1.500.000 toneladas, destinándose un 66 % de la misma a la exportación. La Comunidad Valenciana produce el 90 % de la mandarina española.
En los últimos meses, debido principalmente a la sequía, el precio de la mandarina se ha disparado. Los precios en campo de las mandarinas de la Comunidad Valenciana han arrancado esta temporada con incrementos de hasta un 47% por la previsión de un descenso en la producción. Y eso, irremediablemente, se va a notar en el bolsillo de los consumidores.
Los supermercados ya han movido ficha y están ejecutando estrategias diferentes a otros años. Pero ojo, no siempre en beneficio del sector. O eso es, al menos, lo que denuncia el empresario José Manuel Pardo en FreshPlaza.es. El mayorista de frutas y hortalizas, cuya central se encuentra en Xeresa (Valencia), señala que estamos ante una campaña de mandarinas y naranjas "más caras y, generalmente, de una calidad tan baja como no se recordaba antes".
Ante esta posible baja oferta, algunos comercios ya están comprando cítricos. Pero, según Pardo, esta compra está siendo demasiado prematura. "Debido a la alta especulación en el campo, los comercios estamos cayendo en la irresponsabilidad de comprar demasiado pronto. Los agricultores que suelen proveerme la fruta me llaman porque ya les están ofreciendo precios por su cultivo. Se ha comprado incluso tres meses antes de lo habitual este año y estamos hablando de productos frescos que están a merced del clima, entre otros factores", asegura.
A la hora de la compra, los expertos recuerdan que la mandarinas deben presentar una piel fina, tersa, de color uniforme y sin manchas. Las hojas, de color verde, brillante y uniforme, son síntoma de frescura. Una vez en casa, se conservan bien durante una semana aproximadamente a temperatura ambiente.