Inesperado Baby Boom de linces ibéricos en cuestión de horas
El centro de cría de El Acebuche en el Parque Nacional de Doñana ha registrado ya el nacimiento de diez nuevos cachorros.
El centro de cría de El Acebuche en el Parque Nacional de Doñana (Almonte, Huelva) ha registrado ya el nacimiento de diez nuevos cachorros después de que la hembra Parra tuviera una camada de cuatro crías. Estas se suman a las tres que dio a luz Narsil y a las tres de Sardina -que dio a luz a tres cachorros, aunque finalmente solo uno sobrevivió al parto- y los de Kolia, que tuvo dos.
El Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN) ha informado en las redes sociales de lo que han descrito como un "Baby boom". Y aún quedan más cachorros por nacer. "Muy pronto Juromenha nos traerá los últimos cachorros de este año en este centro", han agregado.
Con estas nuevas crías de Parra ya son 229 los cachorros de lince ibérico nacidos en el Centro de cría de El Acebuche desde que en el año 2005 naciera allí la primera camada del programa de cría en cautividad, según ha informado Europa Press.
Por otra parte, desde el OAPN han informado de que en el centro de cría de Zarza de Granadilla (Cáceres), el primer parto se produjo el pasado viernes, cuando Hubara alumbró tres cachorros y se esperan tres alumbramientos más en ese centro, ya para abril.
La nueva temporada reproductora 2024 del lince ibérico arrancó en el centro de cría en cautividad de El Acebuche con el emparejamiento de siete parejas en base al objetivo principal de gestionar adecuadamente la diversidad genética de esta especie tan amenazada. Así, de las siete parejas establecidas, entre el 28 de febrero y el 21 de enero habían entrado en celo y copulado seis de ellas.
De este modo, de las siete parejas establecidas según las prioridades genéticas se encuentran dos hembras que no habían criado previamente ninguna camada como son Sardina y Oleander, y cuatro hembras experimentadas: Narsil, Kolia, Parra y Juromenha, y una hembra, Macadamia, que en la temporada de cría de 2023 se consiguió por primera vez su reproducción exitosa tras varios años de fracaso reproductivo.
Desde el organismo han explicado que el lince ibérico es una especie "muy estacional" y "solo muestra un celo al año", que tiene lugar generalmente en las primeras semanas del invierno. A partir de ahí, y con una gestación de 63-66 días, se esperan que nazcan las diferentes camadas que continuarán contribuyendo a la recuperación de esta especie.
Tres crías en un pajar de Toledo
Castilla-La Mancha cuenta con una población de linces ibéricos que ronda los 700 ejemplares en las cuatro zonas de asentamiento que hay en la región y, del total, unos 300 son cachorros, tres de los cuales nacieron en un pajar del municipio de Menasalbas (Toledo) y fueron descubiertos por casualidad por un ganadero.
El hallazgo se produjo el sábado 23 de marzo, cuando el ganadero entró al pajar y, al mover una de las alpacas de paja, vio a tres cachorros de lo que pensó que eran gatos, ante lo cual llamó al 112 para que se hicieran cargo de los animales, ha explicado a EFE la delegada de Desarrollo Sostenible de la Junta en Toledo, Montse Muro.
Sin embargo, cuando llegaron al pajar los agentes medioambientales y del Seprona comprobaron que se trataban de tres cachorros de lince ibérico que estaban en buen estado, ante lo cual decidieron instalar cámaras de fototrampeo para comprobar si la madre, que en ese momento no estaba con la camada, se estaba haciendo cargo de las crías.
Gracias a las cámaras, los agentes medioambientales y del Seprona confirmaron que la madre iba a amamantar a sus cachorros y, finalmente, movió a la camada de lugar, algo que es habitual en esta especie como mecanismo de defensa.