Inédita ley de 9 pueblos idílicos con los excrementos del ganado
Los ganaderos están que trinan
En los nueve pueblos que forman parte del Ayuntamiento de Boca de Huérgano, en la comarca leonesa de Riaño, una reciente ordenanza municipal ha desatado la polémica entre los ganaderos de la región y los residentes. El pasado 25 de abril se aprobó una nueva normativa para regular "el cuidado de los animales en su explotación, transporte, experimentación y sacrificio". La normativa, que salió a información pública el 3 de mayo, ha generado malestar entre los ganaderos de la zona.
Un texto que salió a información pública el pasado 3 de mayo y que ha generado un gran malestar entre los ganaderos de los pueblos de Besande, Villafrea de la Reina, Los Espejos de la Reina, Barniedo de la Reina, Siero de la Reina, Valverde de la Reina, Portilla de la Reina y Llánaves de la Reina porque, según El Periódico de España, esta nueva regulación les obliga retirar los excrementos de los animales cuando pasen por espacios públicos y, así, mejorar la limpieza de las calles y espacios urbanos.
Sin embargo, la medida ha indignado a los ganaderos locales porque, argumentan, la ordenanza invade competencias de otras administraciones, especialmente de la Junta de Castilla y León. Precisamente, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de León, Asaja, ha pedido al delegado del gobierno autonómico en la provincia que impugne la ordenanza ya que entiende que el ayuntamiento no tiene los medios adecuados para ejercer los controles necesarios y que la normativa afecta negativamente al sector.
Por otro lado, los residentes y empresarios del sector turístico de la zona, no solo apoyan una medida que comparan con las regulaciones que deben cumplir los dueños de perros en espacios públicos. Consideran que la limpieza de las calles es esencial para mantener el atractivo turístico de la zona, ya que estos nueve pueblos de Boca de Huérgano, con su pintoresco entorno montañoso y su encanto rural, atraen a numerosos visitantes cada año en busca de experiencias auténticas y contacto con la naturaleza.
La ordenanza de Boca de Huérgano se ha aprobado casi al mismo tiempo que en otros pueblos cercanos, como el de Duruelo en Segovia, han tenido que publicar carteles a la entrada del pueblo, después de las quejas de varios visitantes, de que en el pueblo "los campanarios suenan regularmente", "los rebaños viven cerca" y los "gallos cantan muy temprano".