Los huracanes actuales son tan peligrosos que han alcanzado una nueva categoría

Los huracanes actuales son tan peligrosos que han alcanzado una nueva categoría

Así es cómo la crisis climática está afectando a los huracanes.

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Los huracanes están experimentando un aumento en su ferocidad debido al impacto de la crisis climática, y se está planteando la inclusión de una nueva "categoría 6" en la clasificación de estos eventos, que actualmente se rige por la escala del 1 al 5, según un reciente estudio.

En la última década, los científicos han identificado cinco huracanes que podrían haber sido catalogados como categoría 6, lo que incluiría todos aquellos con vientos sostenidos de 310 kilómetros por hora o más. Este fenómeno se relaciona con el calentamiento global, que provoca un aumento en la temperatura de los océanos y la atmósfera.

Michael Wehner, científico del Lawrence Berkeley National Laboratory de Estados Unidos, destacó la asombrosa velocidad de 310 kilómetros por hora, comparable a la de la mayoría de los automóviles Ferrari. Wehner y James Kossin, investigador de la Universidad de Wisconsin-Madison, propusieron la creación de la categoría 6, subrayando los peligros asociados con estos mega-huracanes.

El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, plantea la ampliación de la escala de huracanes Saffir-Simpson, desarrollada en los años 70 por Herbert Saffir y Robert Simpson. Según esta escala, cualquier huracán con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora o más se clasifica como categoría 1, incrementándose la categoría a medida que aumentan las velocidades del viento. La categoría 3 en adelante se considera de alto riesgo para la propiedad y la vida, con la categoría 5 siendo la más fuerte.

A pesar de que los huracanes de categoría 5, como el devastador Katrina en 2005 y el impactante huracán María en 2017, han causado estragos en los últimos años, el estudio argumenta que ahora existen tormentas aún más extremas que requieren su propia categoría. Ejemplos incluyen el tifón Haiyan, que causó miles de muertes en Filipinas en 2013, y el huracán Patricia, que alcanzó vientos de hasta 215 millas por hora en 2015.

A pesar de que aún no ha habido un huracán de categoría 6 en el Atlántico o el Golfo de México, los expertos señalan que las condiciones son propicias para su desarrollo. El cambio climático ha aumentado la intensidad de las tormentas, ya que los océanos sobrecalentados proporcionan la energía necesaria para su rápida intensificación, junto con una atmósfera más cálida y húmeda.

Michael Wehner enfatiza que la escala Saffir-Simpson es una medida imperfecta de los peligros de los huracanes, ya que la mayoría de los daños provienen de las lluvias intensas e inundaciones costeras más que de los vientos fuertes. La introducción de la categoría 6 destacaría los riesgos adicionales causados por la crisis climática y aumentaría la conciencia sobre su impacto.

Aunque se han llevado a cabo ajustes en sistemas de mapeo para reflejar los cambios modernos, como la inclusión del color púrpura en los mapas meteorológicos del Bureau of Meteorology de Australia para indicar el calor extremo, no se prevé una clasificación oficial de huracanes como categoría 6 en el corto plazo.