Golpe policial a la banda de los 'banksy falsos' a 1.500 euros
Los Mossos desmantelan una red que distribuía obras falsas atribuidas del famoso artista callejero.
Los Mossos d'Esquadra han desmantelado un taller y distintos puntos de venta desde donde se distribuían obras falsas atribuidas al artista Banksy, de las que tienen contabilizadas más de una treintena de ventas en España, Europa y Estados Unidos.
Según han informado este jueves los Mossos, los investigados ponían a la venta por internet las obras falsas, supuestamente procedentes del proyecto DISMALAND del artista, pero elaboradas en un taller de Zaragoza, algunas vendidas a 1.500 euros.
Agentes de la Unidad Central de Patrimonio Histórico de los Mossos han desmantelado los diferentes puntos de venta desde donde se distribuían estas obras falsas. Por estos hechos, se investiga a cuatro personas a las que se les imputan delitos de estafa continuada y contra la propiedad intelectual.
Saltaron las alarmas con ofertas de venta online, subastas y anticuarios
En el marco del 'ciberpatrullaje' y las tareas de control del mercado del arte, los investigadores de la Unidad Central de Patrimonio Histórico detectaron en el mes de julio de 2023 la venta de diferentes obras atribuidas a Banksy en plataformas online, salas de subasta y anticuarios.
Durante el mes de agosto se realizaron las primeras inspecciones e intervenciones de estas obras, para comprobar la trazabilidad y localizar la fuente de donde procedían las obras falsas.
Los investigadores intervinieron 9 obras, algunas de las cuales ya habían sido vendidas y otras que todavía se encontraban a la venta. La trazabilidad de las operaciones permitió identificar al principal distribuidor, que diversificaba las ventas en tiendas especializadas, en salas de subastas de Barcelona y desde páginas de venta online muy concurridas.
Registro en un taller de Zaragoza: dos jóvenes con problemas económicos
En diciembre de 2023, se hizo una inspección de la actividad del taller punto de creación de las obras. Un piso de la ciudad de Zaragoza era el lugar desde el que una pareja de jóvenes seguidores del arte urbano de Banksy y con problemas económicos creaban las obras sobre cartones a las que añadían complementos gráficos que las hacían más atractivas.
Los agentes les intervinieron plantillas y sellos de tinta, en DISMALAND, así como los aerosoles de pintura que utilizaban. Sin embargo, las ventas acreditadas de esta pareja eran a precios razonables y no superiores a los 80 euros. El principal investigado como distribuidor de estas obras es una persona con conocimientos del funcionamiento del mercado de la obra gráfica y su distribución.
Con la colaboración interesada de una entidad distribuidora, elaboraron un tipo de certificados que de forma individualizado indicaban que la obra había sido creada por la mano del artista dentro del proyecto DISMALAND.
No obstante, se pudo acreditar a través de la empresa Pest Control, único organismo oficial que autentifica obras de Banksy, que las obras eran falsas al igual que los certificados. La persona responsable de estas certificaciones está siendo investigada por su colaboración.
Los dos investigados principales son personas con conocimientos del mundo del arte y que se dedican a ello desde hace años. Los investigadores han documentado 25 ventas, con víctimas ubicadas en todo el territorio español, Alemania, Suiza, Estados Unidos y Escocia. Algunas víctimas llegaron a pagar 1.500 euros por obra y se tienen acreditados más de 10.000 euros estafados.
La investigación sigue abierta y no se descartan más víctimas ni nuevas detenciones.
Las obras se anunciaban como procedentes del evento DISMALAND, un proyecto artístico que se celebró entre el 22 de agosto y el 27 de septiembre de 2015 en un parque de atracciones "deprimente" de carácter reivindicativo creado por el artista Banksy en Somerset (Inglaterra).
En el interior del recinto se exponían obras de decenas de artistas invitados personalmente por Banksy, y se especula que éste habría escondido obras de su propia mano para que los visitantes las pudieran encontrar, aunque en ningún caso existió una tienda con sus obras a la venta.
De ahí que las obras vendidas se acompañaban de los justificantes fotocopiados de entradas en el Parc Dismaland. Los vendedores pretendían dar una garantía con el origen o trazabilidad de las obras a la venta.
Las obras se realizaban sobre cartón con aerosol, utilizando plantillas e incorporando elementos que generan confianza a los compradores, como son los sellos de tinta y pegatinas.
Estas obras parecían tener un origen común por las certificaciones que las acompañaban, las pegatinas y otras marcas de creación. Las características observadas y el volumen de oferta hizo sospechar a los investigadores.