Fuerza un aterrizaje de emergencia para dar a luz y cuando nace el bebé lo entrega a las autoridades
La mujer, detenida por tráfico de drogas, asegura no estar en condiciones para quedarse con el recién nacido, que ahora está bajo la custodia del Estado.
Un vuelo comercial entre Guinea-Bisáu y Lisboa vivió un giro dramático cuando una pasajera embarazada entró en trabajo de parto a bordo, obligando al piloto a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Madeira. Tras dar a luz, la mujer fue detenida bajo sospecha de tráfico de drogas. Más tarde, al ser puesta en libertad provisional, declaró no poder hacerse cargo de su hijo recién nacido, quien ahora está bajo la protección del Estado en una institución de la isla.
El incidente comenzó de forma inesperada cuando la mujer, que viajaba sin acompañantes, necesitó asistencia médica inmediata en pleno vuelo. Una vez en tierra, tanto ella como su bebé fueron trasladados a un centro especializado en Funchal. Sin embargo, la historia dio un giro sorprendente cuando, al inspeccionar su equipaje, las autoridades hallaron casi un kilo de polvo y seis kilos de una sustancia en pasta. Según pruebas iniciales, estos materiales mostraron reacciones químicas compatibles con anfetaminas.
Durante el registro, los agentes descubrieron además varios pasaportes infantiles con nombres y fotografías que no correspondían a la mujer. Al ser interrogada, la detenida aseguró que los documentos le habían sido entregados en Guinea-Bisáu con instrucciones de entregarlos a un hombre en Lisboa, lo que levantó sospechas de un posible caso de tráfico de menores. Pese a esto, no se encontraron evidencias concluyentes para sostener dicha hipótesis.
Por otro lado, análisis avanzados realizados en el Laboratorio de Policía Científica descartaron que las sustancias incautadas fueran drogas ilegales conocidas, aunque se especula que podrían tratarse de compuestos novedosos no contemplados en la legislación vigente.
Tras recuperar la libertad provisional, la mujer regresó al centro donde estaba su hijo. Allí informó a las trabajadoras sociales que carecía de los recursos materiales y emocionales necesarios para cuidar del bebé, renunciando voluntariamente a la custodia. Actualmente, el menor permanece bajo tutela estatal mientras un tribunal especializado evalúa las medidas más adecuadas para su protección.
El caso ha causado revuelo en Madeira, tanto por lo extraordinario de los hechos como por las implicaciones legales y sociales. Las autoridades siguen investigando el origen del enigmático producto confiscado y la procedencia de los pasaportes, mientras el bebé permanece en un entorno seguro bajo supervisión estatal.
