Esto es lo que dice la ley sobre los vecinos que dejan que sus perros hagan sus necesidades en la comunidad
No se puede prohibir tener un perro o cualquier otra mascota en la vivienda, pero sí se puede limitar el uso que se hace de las zonas comunes.
En 2023 había más de 31 millones de mascotas en España, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos Para Animales de Compañía (ANFAAC). Las mascotas se abren paso en los horgares españoles y, entre ellas, mandan los perros. Sin embargo, en ocasiones los animales pueden ser motivo de disputa en las comunidades de vecinos.
La entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal ha supuesto la llegada de nuevos derechos para protegerlos, pero también una serie de obligaciones a las personas, sobre todo a los propietarios de mascotas. Sin embargo, la norma también ha establecido obligaciones en materia de espacios comunes, una cuestión que afecta directamente a las comunidades de vecinos de pisos o zonas residenciales.
Los vecinos no pueden prohibir que tengas un perro o cualquier otra mascota en tu vivienda, pero sí se pueden limitar el uso que estos hagan de las zonas comunes. Pero, como otras normas, tales restricciones deben aprobarse en la junta de propietarios y modificar los estatutos de la comunidad. En este sentido, como otras normas, tales restricciones deben aprobarse en la junta de propietarios y modificar los estatutos de la comunidad.
Sin embargo, hay acciones que, evidentemente, no se pueden consentir. Este es el caso de los propietarios que no atienda a sus responsabilidad como debería, por ejemplo, si los animales hacen sus necesidades en zonas comunes. Pese a que no haya disposiciones específicas en los estatutos de la comunidad, esto no está permitido.
"Podría darse el caso de que en una urbanización haya un parque de perros. La forma de proceder vendría a ser la misma: el dueño tiene que tener el civismo suficiente para limpiar los desechos de su mascota", según resalta el portal Idealista.
El mismo portal establece los siguientes pasos en el caso de que algún vecino deje los excrementos del animales en zonas comunes:
1. "Exponer amistosamente al vecino en cuestión el problema que genera su perro. Si no se sabe qué mascota es, habla con el presidente de la comunidad".
2. Si el dueño del perro no atiende a la petición, será necesario elevar la queja al presidente de la comunidad.
3. Si el problema persiste, lleva el tema a la próxima junta de la comunidad de vecinos.
4. Poner carteles que señalicen que los perros no pueden hacer sus necesidades en áreas comunes.
5. Conseguir pruebas que pongan de manifiesto el problema. Eso sí, respetando la ley y la privacidad.
6. Si los anteriores no frenan el problema, denunciar a la policía. Las multas por no recoger los excrementos de los perros rondan los 300 euros, aunque depende de cada municipio.