Esto es lo que dice la ley sobre los ladridos de los perros en una comunidad de vecinos
Los vecinos pueden denunciarte si tu perro ladra durante muchas horas seguidas.
Los perros odian quedarse solos en casa, por eso muchos suelen pasarse horas ladrando si no sus dueños con ellos. Esto puede ser muy molesto para los vecinos, especialmente si es por la noche. Además, puede conllevar una sanción para los propietarios.
Si bien no existe ninguna ley específica sobre ladridos de perros o ruidos provocados por animales en general, la Ley 7/2002, de 3 de diciembre, de protección contra la contaminación acústica sí recoge que no se puede hacer ruido a partir de las 23:00 horas, de forma general, aunque cada municipio tiene una ordenanza propia. De lo contrario, el infractor se puede enfrentar a una sanción económica por un delito contra el medioambiente.
No obstante, los vecinos puedan denunciar incluso si el perro ladra durante el día de forma constante. Esto se debe a que, además del respeto de las horas de descanso que marque la ordenanza municipal aplicable al inmueble, existen límites razonables que deben respetarse en todo caso. Si el animal ladra durante varias horas emitiendo un sonido superior a los decibelios permitidos, el denunciante puede ganar.
Cómo evitar que tu perro ladre
Para no tener problemas con los vecinos, y evitar un posible estrés innecesario a tu perro, es importante buscar la manera de que deje de ladrar. Esto se puede conseguir mediante las siguientes acciones:
- Identificar la causa. Lo más importante es saber por qué el animal ladra tanto. Para ello, hay que analizar los patrones de comportamiento y buscar qué le lleva a ello para poder ponerle solución. Puede ser ansiedad, aburrimiento, miedo u otros factores.
- Adiestrarle adecuadamente. Es relevante también enseñar a las mascotas cómo deben comportarse para evitar situaciones no deseadas. Se le puede adiestrar, por ejemplo, para que se acostumbre a estar solo, de manera que no ladre cuando no estés en casa.
- Llevarlo a hacer ejercicio y socializar. Pasear es imprescindible para los perros por diferentes motivos. En primer lugar, le ayuda a quemar energía y estar más tranquilo, por otro lado, puede socializar y acostumbrarse a diversos entornos.
- Cuidar su entorno. Hay que procurar que el perro se sienta cómodo en el entorno en el que habita. Se puede, por ejemplo, cerrar las ventanas para evitar que el ruido lo ponga nervioso, por ejemplo. Incluso usar sonidos blancos o música suave para camuflar otros que puedan estresarle, como petardos o tormentas.
- Acudir a un profesional. Si se han tomado todas las precauciones posibles y el perro sigue ladrando, lo mejor es acudir a un adiestrador profesional o a un veterinario que pueda evaluar la situación, detectar el motivo del problema y estudiar una solución.