Este fue el terremoto más destructivo que jamás azotó España
La fuerza del sismo fue tal que incluso la Alhambra de Granada, situada a más de 100 kilómetros del epicentro, sufrió graves daños.
El 22 de septiembre de 1522, un terremoto de magnitud entre 6,8 y 7,0 en la escala de Richter sacudió la región de Almería, España, dejando una estela de destrucción sin precedentes. Este sismo, con epicentro entre la capital de Almería y el Valle del Andarax, cerca de Alhama de Almería, se considera el más destructivo en la historia del país. La intensidad del terremoto se estimó entre X y XI en la Escala Mercalli, lo que lo clasifica como "muy desastroso".
La ciudad de Almería fue la más afectada, con la mayoría de sus edificaciones derrumbadas y más de 2500 personas, en su mayoría mujeres y niños, perdiendo la vida. Los temblores se sintieron desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche, según relatos de la época. La fuerza del sismo fue tal que incluso la Alhambra de Granada, situada a más de 100 kilómetros del epicentro, sufrió graves daños, con grandes grietas en sus muros y torres.
El impacto del terremoto no se limitó a la destrucción física. La fuente Vacares, cerca de Huéchar, y el manantial en Alhama de Almería se secaron, afectando gravemente el suministro de agua en la región. Además, el puerto de Almería quedó seriamente dañado, lo que prácticamente paralizó el comercio con el Nuevo Mundo y lastró el desarrollo de la ciudad durante siglos.
El terremoto también provocó un tsunami que afectó las instalaciones portuarias de Almería, exacerbando aún más los daños. La ciudad quedó tan devastada que, según correspondencia de la época, aún más de un cuarto de siglo después, Almería seguía conviviendo con los restos y escombros de las edificaciones derribadas.
La provincia de Almería, junto con las de Granada y Murcia, es una de las regiones sismológicamente más activas de España. Este terremoto de 1522 subraya el alto riesgo sísmico de la zona. Las localidades de Vera, Baza, Guadix y Ugíjar también sufrieron importantes destrozos, con muchas edificaciones derrumbadas y numerosas víctimas mortales.
El terremoto marcó el fin de la Almería de construcción y arquitectura musulmana y el inicio de una nueva ciudad. La mayoría de las casas del barrio de la Almedina se vinieron abajo, y la Catedral de Almería, así como la fortaleza de la Alcazaba, sufrieron graves daños. La principal mezquita musulmana, que había sido sacralizada como catedral cristiana, también resultó afectada, con daños hasta en sus cimientos.
Los habitantes de Almería se vieron obligados a ocupar zonas cercanas a la Alcazaba y el arrabal de la Musalla, ya que la mayoría de las viviendas quedaron destruidas. La reconstrucción de la ciudad fue un proceso largo y complicado, con la Corona de Castilla proporcionando fondos que resultaron insuficientes para la completa recuperación.
