Este es el restaurante más antiguo de Madrid fundado por un cocinero parisino
La elección de este lugar no fue casual; la ubicación estratégica en el Madrid de los Austrias, cerca de la Plaza Mayor, aseguraba un flujo constante de clientes.
En el corazón del Madrid de los Austrias, se encuentra un lugar que ha resistido el paso del tiempo y se ha convertido en un símbolo de la gastronomía madrileña. Casa Botín, reconocido por el Libro Guinness de los Récords como el restaurante más antiguo del mundo, ha sido testigo de más de tres siglos de historia. Fundado en 1725, este emblemático establecimiento no solo es famoso por su longevidad, sino también por su conexión con un cocinero parisino que decidió establecerse en la capital española.
La historia de Casa Botín comienza con Jean Botín, un cocinero francés que llegó a Madrid a principios del siglo XVIII. Junto con su esposa, Botín decidió abrir una posada con un horno de leña en la Calle Cuchilleros, en pleno centro de Madrid. La elección de este lugar no fue casual; la ubicación estratégica en el Madrid de los Austrias, cerca de la Plaza Mayor, aseguraba un flujo constante de clientes, tanto locales como viajeros.
El procedimiento para abrir un restaurante en aquella época no era sencillo. Jean Botín tuvo que obtener varios permisos y licencias, incluyendo la autorización para operar un horno de leña, que era una de las principales atracciones del establecimiento. Este horno, que ha estado en funcionamiento continuo desde su fundación, es el corazón de Casa Botín y el secreto detrás de sus famosos asados de cochinillo y cordero.
La fundación de Casa Botín por un cocinero parisino se debe a varios factores. En primer lugar, la reputación de la cocina francesa en el siglo XVIII era insuperable, y Jean Botín trajo consigo técnicas y recetas que rápidamente se ganaron el favor de los madrileños. Además, la llegada de Botín a Madrid coincidió con un periodo de crecimiento y transformación en la ciudad, lo que ofrecía oportunidades para emprendedores y artesanos.
Casa Botín no solo ha mantenido su horno de leña en funcionamiento, sino que también ha conservado su atmósfera y decoración originales. El edificio en el que se encuentra data de 1590, y su interior ha sido cuidadosamente preservado para ofrecer a los visitantes una experiencia auténtica. Las paredes de Casa Botín han sido testigo de innumerables eventos históricos y han acogido a personajes célebres como Ernest Hemingway, Benito Pérez Galdós y Graham Greene, quienes mencionaron el restaurante en sus obras literarias.
Durante la Guerra Civil Española, Casa Botín desempeñó un papel crucial al convertirse en un comedor para los milicianos. Este episodio marcó profundamente a la familia González, actual propietaria del restaurante, quienes retomaron la gestión del local al finalizar el conflicto. A lo largo de los siglos, Casa Botín ha recibido numerosos reconocimientos, incluyendo la Placa al Mérito Turístico y menciones en la Guía Michelin y la Guía Repsol.
El menú de Casa Botín es un tributo a la cocina castellana, con especialidades que incluyen cochinillo y cordero asados, pescados frescos como el lenguado y las angulas, y entradas tradicionales como el jamón ibérico de bellota y las croquetas de pollo y jamón. La conexión del restaurante con Madrid es profunda, reflejada en los personajes históricos que han pasado por sus salas y en su papel como testigo del crecimiento de la ciudad.
Para aquellos interesados en visitar Casa Botín, es recomendable realizar una reserva con antelación, especialmente durante la temporada alta. El restaurante ofrece una experiencia única que combina historia, literatura y gastronomía, haciendo de cada visita un viaje en el tiempo. La dirección es Calle Cuchilleros 17, Madrid, y el horario de apertura es de lunes a domingo, de 13:00 a 16:00 y de 20:00 a 23:30.