Este es el precio de una desaladora y la razón desaconsejable de su uso en el campo
Una solución para tratar de paliar los efectos de la sequía.
La situación de emergencia que vive Cataluña a causa de la sequía ha hecho que tengan que buscarse alternativas para tener agua. Las administraciones han decidido que se construirá una nueva desalinizadora en Foix (Barcelona), se ampliará la existente en Tordera (Girona) y se podrá disponer de las excedencias de la desaladora de Sagunto (Valencia).
Nuestro país es pionero en el tema de desalinizar el agua para poder utilizarla. De hecho, contamos con 770 desaladoras, lo que sirve a España para colocarse en el quinto puesto a nivel mundial, en un ranking que lideran EEUU y Arabia Saudí. Actualmente hay unas 20.000 desaladoras en el mundo.
Según datos oficiales de la Asociación Española de Desalación y Reutilización, en España se producen más de cinco millones de metros cúbicos de agua desalada al día, con más de 750 plantas construidas con las que pueden administrar a 34 millones de personas. Sin embargo, cuesta el triple desalar el agua que cogerlo de los embalses.
Cuánto cuesta una desaladora
Aunque las desaladoras son una solución temporal para paliar la sequía, no son el mejor método debido a su alto precio. Según explica El Periódico de España, su construcción supone entre 50 y 200 millones de euros dependiendo de la capacidad.
Además, el coste de generar 1.000 litros de agua es de unos 70 céntimos. Algo que no sale tan rentable como parece a simple vista.
Por qué es desaconsejable su uso en el campo
Como indica el medio citado anteriormente, el 21% del total de la superficie agraria del país corresponde a cultivo de regadío. Así que, por mucho agua que se consiga desalar, no es suficiente para abastecer a todo el campo español. Además, según la patronal de construcción Seopan, la inversión necesaria para luchar contra la sequía tendría que ser de 4.851 millones de euros entre los años 2022 y 2027.
Pero el problema no solo es ese, sino que el sector no aprueba el uso del agua desalinizada debido a su baja calidad y su alto coste. Su precio se sitúa en torno a los 55 céntimos, frente a los 18 que cuesta el agua de un trasvase.