Este es el país en el que es ilegal no tener un bidé en casa
También una provincia española obliga a tener al menos uno.
El uso del bidé es cada vez menor y se habla de una posible desaparición, pero hay países en los que todavía tiene una gran importancia. Hasta el punto en que es ilegal no tener uno en el baño.
La ley de Italia, en particular el decreto ministerial del 5 de julio de 1975, establece que es obligatorio instalar, como mínimo, un bidé (o aparato de sustitución) en el interior de las viviendas con una función higiénico-sanitaria. "En cada alojamiento, al menos un cuarto de baño debe estar equipado con las siguientes instalaciones sanitarias: inodoro, bidé, bañera o ducha, lavabo", reza el artículo 7.
En España, por lo general, este elemento está en declive, aunque la provincia de Zamora también contiene una ley dentro de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2011 que obliga a tener al menos uno en el baño: "Toda vivienda unifamiliar tendrá una superficie útil mayor de 20 m² con el siguiente programa mínimo (...) cuarto de baño completo, compuesto por lavabo, inodoro, bidé y ducha".
Usado como método anticonceptivo
Los orígenes del bidé no están claros, pero podrían remontarse a la Edad Media, aunque este elemento comenzó a extenderse por algunos hogares de clases altas y nobles entre los siglos XVII y XVIII. Su nombre original, bidet, alude en francés a un caballo pequeño que usaba la nobleza para pasear. Así, el vocablo hace referencia la manera en que las personas usaban el bidé, ya que hay que sentarse de forma similar a cuando se monta a caballo.
Fabricado en loza o porcelana, fue creado para facilitar la higiene de genitales y pies cuando el baño completo no era posible, algo frecuente en aquellos días. Sin embargo, no tuvo mucho éxito, pues la higiene no era el mayor interés de la época. Incluso reinaba la idea de que el agua transmitía enfermedades.
Por el contrario, al mismo tiempo, se extendió entre las mujeres la errónea idea de que lavar las partes íntimas podía evitar el embarazo, con lo que se usó como método anticonceptivo y se introdujo en los burdeles franceses para que fuera usado por prostitutas.
Durante el siglo XIX ya se comenzó a instalar en los baños de las viviendas, aunque fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando se expandió realmente, principalmente por los países del sur de Europa como Italia, Portugal, España y Grecia.