Este es el mejor sitio para encontrar setas sabrosas en Teruel este otoño
Todo un paraíso para los amantes de la recolección micológica.
Con la llegada del otoño entramos en plena temporada de setas, un momento ideal para salir al campo y disfrutar de la recolección de estos deliciosos tesoros naturales. Ir a buscar setas es una de las mejores actividades para disfrutar al aire libre en esta época del año, combinando el senderismo con la emoción de encontrar variedades comestibles de este alimento tan versátil y saludable, rico además en nutrientes.
Uno de los mejores lugares para llevar a cabo esta actividad es la provincia de Teruel, donde se haya una inmensa variedad micológica. La trompetilla negra, el robellón, el Boletus edulis o las setas cardo son algunas de las especies más comunes de la zona en esta época del año. Para su recolección tan solo hace falta una cesta de mimbre, una navaja, una guía de búsqueda y un permiso micológico, el cual dependerá de cada comarca.
Ahora bien, la mejor zona turolense para encontrar setas es la Sierra de Albarracín, donde pueden llegar a vivir hasta 36 especies micológicas distintas, todas ellas comestibles y comercializables. Sus boques de pinos, robles y sabinas crean un entorno ideal para el crecimiento de estos hongos silvestres. Algunos de los rincones más famosos para encontrar setas esta temporada son Bronchales, Orihuela del Tremendal, Guadalaviar, Bezas, Griegos, Gea de Albarracín y Villar del Cobo.
En este contexto, es importante recordar que la recolección de setas requiere conocimientos adecuados así como un respeto por las regulaciones locales y la biodiversidad de la zona. Eso sí, para llevarse este tipo de hongos en las comarcas de la Sierra de Albarracín es necesario un permiso de recolección. Para ello existe una autorización diaria que tiene un límite de 5 kilógramos al día, perfecta para excursiones o visitas en días sueltos, aunque también existen permisos semanales y anuales.
Otros lugares repletos de setas
La comarca del Maestrazgo es también una zona montañosa con un clima ideal para la aparición de setas. Con más de 10.500 hectáreas de monte, este lugar lleva aplicando un coto micológico que engloba los montes públicos de 10 municipios de la comarca. Si nos adentramos en localidades como Fortanete, Cantavieja o Pitarque podemos encontrar especies como el champiñón de prado, la seta de chopo o la sanjuanera.
Otra zona de la región donde también se puede disfrutar de esta práctica es la comarca de Jiloca, aunque bien es cierto que aquí dependen mucho de las lluvias y no tienen tanta variedad como en el Maestrazgo o en la Sierra de Albarracín. A pesar de eso, en este lugar abundan los níscalos, escondidos en los numerosos prados y arbustos de los que se compone este relajado rincón de Teruel.
Finalmente, los bosques mixtos y los extensos pinares de la comarca Gúdar-Javalambre también lo convierten en un lugar idóneo para la recolección de setas. Lo que hace especial a esta pequeña región es que no solo se puede aprovechar en otoño, sino que hasta en primavera se pueden recoger distintas variedades micológicas, como las colmenillas o las setas de prado. Un lugar que combina naturaleza, paisajes espectaculares y hongos deliciosos.