Este gesto inesperado antes de encender el fuego podría duplicar la eficacia de tu leña
Con el invierno a la vuelta de la esquina, muchos comienzan a prepararse para hacer frente al frío.
El verano de 2024 terminó hace unas semanas y, con la llegada del otoño, ya hay personas que están preparándose para el frío que llegará en los próximos meses, tratando de que la leña usada para calentar la casa sea eficaz y suponga un ahorro para su bolsillo.
Hay trucos para tratar de incrementar el calor emitido por el fuego, pero hay otro, muy simple, inesperado y poco conocido que puede ser suficiente para que el rendimiento de la madera sea mayor.
La leña húmeda no suele ser la mejor manera para ahorrar con la calefacción. Es uno de los principales factores por los que la madera tarda más en quemarse, emite menos calor y, finalmente, provocará mucho humo.
El calor se reducirá porque la energía producida por la combustión se usa para tratar de evaporar el agua que contiene y, finalmente, eso perjudica a mantener la casa más caliente.
Para no caer en la trampa, lo ideal es comprar leña seca, que tenga un nivel humedad por debajo del 20%. Gracias a esta madera, se podrá tener una combustión eficiente y económica.
Para comprobar la humedad de la madera, se puede comprar un medidor de humedad o también de forma más manual, viendo el aspecto y tocando la madera. La leña húmeda suele ser más oscura, la seca suele ser más clara y con grietas en sus extremos.