Este es el edificio abandonado más alto del mundo
Fue concebido como una respuesta a la construcción del Westin Stamford Hotel en Singapur.
En el corazón de Pyongyang, la capital de Corea del Norte, se erige una estructura imponente que domina el horizonte de la ciudad. Este coloso de concreto y vidrio, conocido como el Ryugyong Hotel, no solo es el edificio más alto de la ciudad, sino también el edificio abandonado más alto del mundo. Con una altura de 330 metros y 105 pisos, el Ryugyong Hotel es un testimonio de las ambiciones y los desafíos enfrentados por Corea del Norte en su intento de modernización.
La construcción del Ryugyong Hotel comenzó en 1987, en un período de optimismo y grandes expectativas para el país. Sin embargo, lo que comenzó como un proyecto destinado a mostrar la grandeza de Corea del Norte al mundo, rápidamente se convirtió en un símbolo de sus dificultades económicas y políticas. A lo largo de los años, el edificio ha permanecido vacío y sin terminar, convirtiéndose en un recordatorio constante de los desafíos que enfrenta el país.
El Ryugyong Hotel fue concebido como una respuesta a la construcción del Westin Stamford Hotel en Singapur, que en ese momento era el hotel más alto del mundo. Corea del Norte quería superar este récord y demostrar su capacidad para llevar a cabo proyectos de gran envergadura. La construcción del Ryugyong Hotel comenzó en 1987, con la intención de que estuviera listo para el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes de 1989. Sin embargo, una serie de problemas financieros y técnicos retrasaron el proyecto.
En 1992, la construcción se detuvo por completo debido a la crisis económica que siguió al colapso de la Unión Soviética, uno de los principales aliados y proveedores de Corea del Norte. Durante casi dos décadas, el edificio permaneció en un estado de abandono, sin ventanas ni acabados interiores, lo que le valió el apodo de "el hotel fantasma".
En 2008, una empresa egipcia invirtió 180 millones de dólares para reanudar la construcción del Ryugyong Hotel. Se instalaron ventanas y se completó la fachada exterior, lo que dio al edificio una apariencia más acabada. Sin embargo, los trabajos se detuvieron nuevamente en 2013, y el interior del hotel sigue sin terminar. A pesar de varios anuncios de posibles aperturas parciales, el Ryugyong Hotel nunca ha recibido un solo huésped.
El Ryugyong Hotel tiene una forma piramidal distintiva, con tres alas que se elevan hacia un punto central. Originalmente, se planeó que el hotel tuviera 3.000 habitaciones y cinco restaurantes giratorios con vistas panorámicas de Pyongyang. En la cima del edificio, una sección en forma de cono de ocho pisos estaba destinada a albergar estos restaurantes, ofreciendo una experiencia única a los visitantes.
La construcción de un edificio de esta magnitud en Corea del Norte implicó una serie de trámites y procedimientos complejos. Desde la obtención de permisos de construcción hasta la coordinación con proveedores internacionales, cada etapa del proyecto presentó desafíos significativos. La falta de recursos financieros y técnicos adecuados, combinada con las sanciones internacionales, complicó aún más el proceso.
El Ryugyong Hotel ha tenido un impacto significativo en la economía y la política de Corea del Norte. La inversión inicial de 750 millones de dólares representó aproximadamente el 2% del PIB del país en ese momento. A pesar de esta enorme inversión, el proyecto no ha generado ningún retorno económico, lo que ha sido una fuente de críticas tanto dentro como fuera del país.
Hoy en día, el Ryugyong Hotel se utiliza principalmente como un telón de fondo para espectáculos de fuegos artificiales y proyecciones de luces durante eventos nacionales. A pesar de su estado inacabado, el edificio sigue siendo una parte prominente del paisaje urbano de Pyongyang y un símbolo de las aspiraciones y desafíos de Corea del Norte.
El futuro del Ryugyong Hotel sigue siendo incierto. Aunque ha habido rumores de que el gobierno norcoreano está buscando inversores para completar la construcción, no se ha anunciado ningún plan concreto. Algunos expertos sugieren que el edificio podría ser demolido si no se encuentra una solución viable, mientras que otros creen que podría ser finalmente terminado y abierto al público.